Seguramente conocés a alguien que se queja de que su trabajo “ya no es lo mismo”, que lo van dejando de lado o que perdió responsabilidades sin que nadie le diga nada. Esto tiene un nombre: quiet cutting, una forma silenciosa y moderna de que la empresa te empuje a irte sin despedirte.
¿Qué es el quiet cutting?
No es un despido formal, sino algo mucho más sutil. Te sacan proyectos interesantes, te cambian el horario o te asignan tareas aburridas. Te sacan de reuniones, de grupos de chat o te limitan el acceso a información clave. Es una forma de que pierdas motivación, te sientas fuera de lugar y renuncies solo, sin que la empresa tenga que pagar indemnización ni dar explicaciones.
Hay varias razones, pero las principales son:
- Ahorrar dinero evitando despidos formales.
- No generar mala imagen ni polémicas internas o externas.
- Mantener el control sin enfrentamientos directos.
En resumen, prefieren “cortar” a los empleados poco a poco y con sigilo, esperando que se cansen y se vayan por su cuenta. Quedarse en una situación así es agotador. La sensación de estar invisibilizado genera estrés, ansiedad y baja autoestima. Te sentís desmotivado y con miedo de preguntar o reclamar. Esto afecta tu salud mental y hasta física, porque vivir en alerta constante desgasta. Además, la productividad baja y el vínculo con la empresa se rompe.