Hantavirus: nuevas especies de roedores aumentan el riesgo

Un reciente estudio publicado en la revista Ecosphere encendió las alarmas sanitarias al identificar seis nuevas especies de roedores capaces de transmitir el hantavirus, un virus potencialmente letal para los humanos.

La investigación, realizada por científicos del programa NEON (National Ecological Observatory Network) de Estados Unidos, analizó más de 14.000 muestras de sangre recolectadas entre 2014 y 2019 en 45 sitios del país. El hallazgo amplía el mapa de riesgo de esta enfermedad zoonótica, ya que algunas especies viven en regiones donde antes no se detectaba el virus.

Entre las especies identificadas como nuevos reservorios del virus se encuentran:

  • Peromyscus keeni
  • Peromyscus gossypinus
  • Peromyscus polionotus
  • Myodes gapperi
  • Podomys floridanus
  • Napaeozapus insignis

Estos roedores actúan como vectores silenciosos: no enferman, pero propagan el virus a través de su orina, heces o saliva. En humanos, el contagio puede derivar en el síndrome pulmonar por hantavirus (SCPH), una infección grave con una mortalidad que oscila entre el 30% y el 50%.

En América Latina, la situación es igual de preocupante. En Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil, especies como el Oligoryzomys flavescens, el Calomys callosus y el Holochilus chacarius son los principales transmisores. En Paraguay se detectó recientemente el genotipo Alto Paraguay, que ya provocó un contagio humano en Argentina.

📍 En marzo de 2025, dos nuevos casos reactivaron la alerta en Argentina:

  • Una mujer de 39 años murió en Bariloche tras contagiarse.
  • Un hombre fue hospitalizado en Salta con síntomas graves tras una jornada de pesca en El Tunal.

Según datos del Boletín Epidemiológico Nacional, entre 2019 y 2025 se notificaron 9.836 casos sospechosos de hantavirus en el país, con 467 confirmados y 69 muertes.

Las provincias con casos autóctonos incluyen: Salta, Jujuy, Tucumán, Misiones, Chaco, Formosa, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro y Chubut.

Los investigadores advierten que el cambio climático está potenciando el riesgo. Inviernos más cálidos y lluvias más intensas aumentan la población de roedores, y con ellos, el riesgo de brotes en zonas nuevas.

Para prevenir el contagio, los expertos recomiendan:

  • No barrer ni aspirar excrementos secos de roedores.
  • Ventilar espacios cerrados antes de limpiarlos.
  • Usar guantes, mascarillas y desinfectar con soluciones a base de lavandina.