Una encuesta reciente, llevada a cabo en más de 39 países durante poco más de un año, ha puesto de manifiesto una preocupante realidad: Argentina y Perú encabezan la lista de naciones con mayor estrés. Los resultados, obtenidos a través de la autoevaluación de casi 34.000 individuos, revelaron que solo un 35% de los argentinos y un 40% de los peruanos calificaron su nivel de estrés como “bastante bueno + muy bueno”, en comparación con el 66% a nivel mundial.
Este relevamiento, realizado en colaboración entre Voices! y WIN International, arrojó resultados alarmantes, especialmente considerando la importancia que se ha dado a la salud mental en los últimos tiempos. Desde el inicio de la pandemia, la atención a la salud mental ha cobrado un rol protagónico, especialmente entre los jóvenes, quienes han sido uno de los grupos más afectados.
Según los datos obtenidos, las mujeres y los jóvenes son los más afectados por el estrés. Las mujeres tienden a ser más críticas al evaluar su nivel de estrés que los hombres, y los jóvenes, en particular, muestran una evaluación preocupante de su propio estrés.
Con respecto a las causas del estrés, el trabajo y la falta de dinero surgieron como los principales motivos tanto a nivel global como en Argentina. Sorprendentemente, la familia también figura como uno de los principales factores estresantes para muchos encuestados.
Además del estrés, la encuesta también indagó sobre otros aspectos de la salud, como el estado físico, el peso y el sueño. En todos estos aspectos, se observó una tendencia preocupante en Argentina, donde la autoevaluación ha disminuido en comparación con estudios anteriores.
Es evidente que la salud mental se ha convertido en un tema de preocupación mundial, y los resultados de esta encuesta destacan la importancia de abordar esta problemática de manera urgente y efectiva.
Curiosidad: Aunque Argentina y Perú lideran la lista de estrés, la falta de dinero es identificada como la causa de estrés más común en muchas regiones del mundo, lo que resalta la estrecha relación entre el bienestar económico y la salud mental.