El uso imprudente de las redes sociales podría complicar las carreras laborales de muchos trabajadores, según un reciente estudio de la plataforma Bumeran. En Argentina, el 76% de los especialistas en recursos humanos advierte que las publicaciones en plataformas como Instagram o Twitter pueden poner en riesgo los puestos de trabajo de los empleados.
Este fenómeno no es exclusivo del país. La tendencia se extiende por toda América Latina, con cifras similares en Panamá (72%), Perú (71%), Chile (69%) y Ecuador (63%). La creciente preocupación se centra en el impacto que las actividades en redes tienen sobre la imagen y cultura de las organizaciones.
CONTROL DIGITAL Y CONSECUENCIAS LABORALES
La investigación revela que un 24% de las empresas ya ha implementado políticas para restringir o prohibir ciertas prácticas en redes sociales. Más de la mitad de los expertos en recursos humanos admite haber encontrado publicaciones de empleados que generaron controversia interna. Ante esta situación, tres de cada diez profesionales monitorean activamente las redes de sus trabajadores.
Los empleados, por su parte, han tomado nota de estas implicancias: el 60% confiesa que modera sus publicaciones por miedo a repercusiones laborales. Este cambio de comportamiento subraya la delgada línea entre lo personal y lo profesional en el ámbito digital, donde una publicación imprudente puede tener graves consecuencias.
LA NECESIDAD DE POLÍTICAS CLARAS
El estudio también destaca la importancia de que las empresas establezcan políticas claras sobre el uso de redes sociales. El 48% de las organizaciones ha abordado estas situaciones hablando directamente con los empleados, mientras que el 26% ha endurecido las normativas sobre el uso de plataformas digitales.
Este contexto evidencia la necesidad de un equilibrio: por un lado, las empresas buscan proteger su imagen, y por otro, los trabajadores necesitan ser conscientes del impacto que sus acciones online pueden tener en su vida profesional. Este es un desafío crítico en una era donde las barreras entre lo personal y lo laboral están desapareciendo rápidamente.