Phubbing, el acto de ignorar pareja, familiares y amigos para ver el celular

Mirar el celular aunque el de enfrente esté hablando es una acción cada vez más cotidiana. Tanto, que le pusieron un nombre: phubbing. Se trata de un término que surgió en Australia, en 2008, en el Mcquarie Dictonary, y que más recientemente se ha investigado en la Universidad de Kent, sobre todo para conocer por qué se ha convertido en una práctica tan extendida.

Es una combinación de las palabras phone (teléfono) y snubbing (hacer un desprecio). Traducido al español como ningufoneo, este tipo de comportamiento no es exclusivo de ninguna franja de edad. Cualquier persona puede padecer dependencia al celular. Algo lógico si se tiene en cuenta que, según un informe de la firma App Annie, los usuarios utilizan el celular una media de 4,8 horas al día. Es decir, más del doble de tiempo recomendado por los expertos.

Por ejemplo, hay un movimiento antiphubbing en Estados Unidos que establece que casi el 90% de los adolescentes prefiere el contacto vía texto que cara a cara. Mientras, en los restaurantes se experimentan 36 casos de phubbing en cada cena. Las consecuencias se centran en la poca socialización de las personas en general, ya que esto, a la larga, reduce las relaciones sociales.

Es más, hay diversas investigaciones, como la de la Universidad de Kent, que concluyeron que a menor autocontrol, más probabilidad de adicción a Internet, al smartphone y al phubbing. Según sus investigadores, esta práctica se está convirtiendo en algo normal y aceptable a pesar de ser considerada trastorno por muchos.

Qué hay detrás del phubbing

Este comportamiento, según un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Georgia, tiene sus raíces en una ansiedad social aguda y profunda. En algunos casos, se favorece más en personalidades con características neuróticas, que influyen en que las personas no puedan establecer una conversación fácilmente con los demás. Más aún si no se conoce, de entrada, a los interlocutores potenciales.

Publicada en Behaviour & Information Technologyla investigación denuncia el hecho de que las personas socialmente ansiosas “prefieren las interacciones sociales en línea a la comunicación cara a cara”. La misma conducta se aprecia en los pacientes con depresión, quienes prefieren interactuar con su smartphone que charlar con las personas que conviven con ellos físicamente. Así también, son más propensas a depender de éste.

Cristina Callao, psicóloga y sexóloga en Vilafranca del Penedès, provincia de Barcelona. afirma que “los humanos realizamos conductas por imitación desde los primeros años de nuestras vidas”. De hecho, según la experta, “los patrones de imitación son una buena excusa para no decidir hacer algo al respecto”, es decir, que las personas se escudan en que como el otro lo hace, pues ellas también. Esto se debe a que “el cerebro adulto tiene la capacidad de sopesar dichas situaciones, según su escala de valores”.

No sabemos dejar esa conversación de Whatsapp para después

Uno de los principales problemas del teléfono móvil es que no sabemos dejar esa conversación de Whatsapp para más tarde. Pensamos que es más importante contestar a la persona que está al otro lado del teléfono, que al que está al otro lado de la mesa. En definitiva, nos hemos vuelto adictos a la inmediatez.

Sobre esto, Cristina Callao insiste en que es una tendencia que, de hecho, se ve en edades cada vez más tempranas. “La cuestión es que hemos pasado del uso al abuso y ya no sabemos poner límites”, aporta la experta. Así, no solo debemos contestar inmediatamente, sino que también debemos compartir nuestra rutina en el momento, y no podemos dejar esa foto o esa publicación para más tarde.

Medidas antiphubbing

Una forma de evitar este uso adictivo de los smartphones es moderando la interacción con ellos.

Algunas medidas que pueden ser útiles es recurrir a la configuración de las apps de redes sociales y mensajería. De esta forma, no se recibirán alertas visuales y sonoras cada vez que alguien envía mensaje o da like a las fotos. Así será posible estar menos atento al celular./TN