Entre mates y videollamadas: amistades de larga distancia

“No es lo mismo, pero al menos te veo la cara.” Esa frase, que muchas veces se suelta entre risas en una videollamada, esconde una verdad profunda: hay vínculos que sobreviven al tiempo, a los husos horarios y hasta a las pantallas. Porque cuando hay amor, no hay distancia que pueda.

En un mundo cada vez más conectado (y paradójicamente, más lejano), las amistades de larga distancia se volvieron más comunes. Mudanzas, viajes, cambios de vida… las razones sobran. Pero también abundan las formas de mantenerse cerca, aunque sea con una señal inestable y un emoji en lugar de un abrazo.

Ya no hace falta esperar una carta ni contar los minutos en un llamado internacional. Hoy las relaciones se sostienen entre audios de 4 minutos y memes compartidos a deshora. Y aunque la inmediatez puede parecer fría, en realidad es una nueva forma de ternura.

El mate, incluso virtual, sigue siendo excusa y símbolo. Porque una amistad verdadera no necesita presencia física constante, pero sí necesita ritos. Compartir el desayuno por videollamada, mandarse fotos de lo que uno está cocinando, hacer una playlist en conjunto o simplemente hablar del clima: todo cuenta.

Herramientas que acortan la distancia

Si estás buscando nuevas formas de conectar con tus amistades a la distancia, acá van algunas plataformas que hacen más fácil (y divertidas) las videollamadas:

🔹 Google Meet – Simple, gratis y sin límite de tiempo para usuarios con cuenta. Ideal para charlas espontáneas.
🔹 Zoom – Clásico. Perfecto para juntadas virtuales con muchas personas.
🔹 Discord – Si lo tuyo es hablar mientras hacen otras cosas (como ver pelis o jugar online), esta plataforma es ideal.
🔹 WhatsApp o Telegram – Para los que prefieren la comodidad del celular y las llamadas más íntimas.
🔹 Jitsi Meet – Libre, segura y sin necesidad de registro.
🔹 WatchParty / Teleparty – Para ver pelis y series sincronizadxs, con chat incluido.
🔹 BeReal o Locket – Más visuales, más espontáneas, más generacionales. Para compartir instantes del día.

Hoy las excusas técnicas ya no valen: el verdadero reto es decir “acá estoy”… aunque sea a través de una pantalla.