🔌 La carrera por el futuro está dejando una estela de advertencias. Elon Musk, el magnate detrás de Tesla, SpaceX y la red social X, encendió las alarmas sobre un tema que pocos están abordando con seriedad: el inminente colapso de los sistemas energéticos a nivel mundial. ¿El motivo? El crecimiento explosivo de la inteligencia artificial y de los vehículos eléctricos.
🧠 Durante una intervención en la conferencia Bosch Connected World, en Berlín, Musk fue tajante: “Nunca vi una tecnología avanzar tan rápido como la inteligencia artificial”, afirmó. Y no exageraba. Según sus cálculos, su capacidad se duplica cada seis meses. Este fenómeno impulsa la proliferación de gigantescos centros de datos, verdaderos devoradores de energía, que mantienen operativos los modelos más sofisticados de IA.

🚗 Pero no es solo la IA la que está generando esta presión. El auge de los autos eléctricos también exige cada vez más a las redes eléctricas. En China, por ejemplo, las ventas de estos vehículos crecieron un 40% en 2024. Una señal de que el cambio hacia una movilidad limpia avanza rápido… tal vez demasiado rápido para la infraestructura que tenemos.
🌍 “La electrificación es fundamental para reducir la contaminación, pero también nos enfrenta a un desafío urgente: evitar que el planeta entre en crisis energética”, advirtió Musk. Y aunque Tesla ha sido uno de los principales motores de esa transformación, el empresario no oculta su preocupación por un futuro donde no haya suficiente energía para alimentar tanta innovación.

🔋 A esto se le suma que las energías renovables, si bien prometedoras, aún enfrentan obstáculos importantes: costos iniciales elevados, falta de redes de distribución adaptadas y poca coordinación internacional.
🏗️ Frente a este escenario, Musk hizo un llamado a la acción: gobiernos, empresas y ciudadanos deben invertir ya en infraestructura energética y fuentes sostenibles