🚫 La Fiscalía de Portugal abrió una investigación contra el videojuego No Mercy, un título que fue recientemente eliminado de la plataforma Steam luego de ser acusado de incitar a la violencia sexual explícita y el incesto. El juego, creado por el estudio Zerat Games, fue tildado de “propagador del discurso de odio contra las mujeres” por organizaciones de derechos humanos y feministas a nivel internacional.
🛑 En el centro del escándalo se encuentra la trama del juego: el usuario encarna a un hombre que agrede sexualmente a las mujeres de su propia familia. Escenas explícitas de violaciones, incesto y dominación masculina eran mostradas sin ningún tipo de censura. En su descripción promocional, se alentaba a “no aceptar nunca un ‘no’ por respuesta” y a “tomar lo que es tuyo sin piedad”. Frases que, para muchos, cruzan todos los límites éticos y legales.
📉 A pesar de que Steam publicó el videojuego a fines de marzo, solo estuvo disponible unas semanas. Fue retirado luego de que la Comisión para la Ciudadanía y la Igualdad de Género (CIG) de Portugal presentara una denuncia formal ante el Ministerio Público.
🌍 La presión no vino solo desde Portugal. La organización australiana Collective Shout impulsó una petición en Change.org que superó las 70.000 firmas. En Australia, el juego fue bloqueado por orden de la Junta de Clasificación, que dictaminó que su contenido violaba la legislación local. También fue eliminado en Reino Unido y Canadá, y desde Estados Unidos, el Centro Nacional sobre Explotación Sexual (NCOSE) exigió su eliminación global.
🕹️ Desde Zerat Games defendían su creación como “una novela visual para adultos en 3D con un gran enfoque en el incesto y la dominación masculina”, sin mostrar señales de arrepentimiento o autocrítica.
🧨 La polémica sobre No Mercy vuelve a poner en el centro del debate la responsabilidad de las plataformas de distribución de videojuegos y la necesidad urgente de sistemas de control más estrictos sobre los contenidos que promueven la violencia y el abuso.
📌 Curiosidad que pocos conocen: aunque Steam es una de las plataformas de videojuegos más grandes del mundo, no tiene un sistema global único de revisión de contenido. Las restricciones varían por país, lo que ha permitido que títulos como No Mercy puedan colarse entre las grietas regulatorias y estar disponibles —aunque sea por poco tiempo— incluso para menores de edad. 😡