Dormir con el perro en la cama: pros y contras

El perro está considerado como el mejor amigo del hombre. De hecho, un estudio de un equipo de científicos japoneses liderado por el veterinario Takefumi Kikusui llegó a la conclusión de que cuando, hombre y mascota, se miran a los ojos, retroalimentan su felicidad liberando una hormona vinculada con el apego, la oxitocina. Así pues, no es tan extraño pensar que, en algunos casos puedan incluso compartir espacio a la hora de dormir. Según el estudio Las mascotas y el hogar, realizado por Houzz, en España el 14 % de los perros duerme en la cama con sus dueños.

A favor de dormir con el perro

Diferentes estudios han demostrado los beneficios de compartir la cama, como el realizado por la Universidad de Florida y publicado en la revista Social Development que revelaba que los niños que dormían con la mascota reducían los niveles de cortisol, que producen el estrés en el ser humano. Los participantes fueron 101 niños de 7 a 12 años con sus principales cuidadores y perros. Los resultados respaldan la idea de que los perros pueden proporcionar beneficios socioemocionales a los niños a través de la amortiguación del estrés.

En esta misma línea, otro estudio publicado por la Universidad de Queensland, en Australia, revelaba que dormir con la mascota proporciona sensación de seguridad y protección y favorece el sueño en aquellas personas muy sensibles a los ruidos.

Investigadores de la Clínica Mayo en Phoenix estudiaron a cuarenta perros adultos que dormían en la habitación con sus dueños. Los seres humanos con un solo perro en su dormitorio mantuvieron una buena eficiencia del sueño; sin embargo, la posición del perro dentro o fuera de la cama marcó la diferencia. De esta forma se comprobó que la presencia de un perro en el dormitorio puede no perturbar el sueño humano, como se sospechaba anteriormente. Sin embargo, la eficiencia del sueño humano fue menor si el perro estaba en la cama en lugar de simplemente en la habitación.

En contra de dormir con perros

Sin embargo, este hábito que puede parecer inofensivo para la salud puede acarrear sus riesgos. Según recoge el Instituto del Sueño de las 250 enfermedades zoonóticas conocidas, más de 100 corresponden a la convivencia de personas y sus animales domésticos.

Entre las infecciones más frecuentes transmitidas a las personas tras dormir con su perro o gato, por besarlos o por recibir lamidas se cuentan el anquilosotoma, la tiña, los nemátodos, la enfermedad del arañazo de gato, las infecciones por estafilococo resistentes a los medicamentos, problemas respiratorios o de alergia. Adicionalmente a esto, los especialistas sostienen que estas personas suelen desarrollar trastornos del sueño.

Los ciclos de sueño de los animales son distintos a los de las personas, de hecho, investigaciones señalan que quienes duermen con perros o gatos tardan más en conciliar el sueño y se despiertan varias veces en la noche por ronquidos.

Así pues, los expertos recomiendan permitir que la mascota duerma en la misma habitación, pero no en tu cama.