Desde el Fin del Mundo hasta Brasil: Martina Pacheco Silva rueda alto con su sueño

La joven patinadora fueguina será parte de la 3° edición de los Juegos Sudamericanos de Roller Aggressive en Brasil. Pero su historia no va solo sobre trucos y velocidad: es una lección de constancia, identidad y comunidad.

A veces, los grandes sueños no nacen en escenarios masivos ni bajo reflectores. A veces, empiezan en una calle cualquiera, con una tabla, un par de rollers, y esa necesidad incontrolable de moverse. Así empezó el viaje de Martina Pacheco Silva, que hoy, está por representar a la Argentina en uno de los eventos más importantes del patinaje agresivo: los Juegos Sudamericanos de Roller Aggressive en Brasil.

Martina no viene de una ciudad con pistas profesionales ni sponsors internacionales. Viene de Tierra del Fuego, donde el viento corta la cara y los inviernos son largos, pero el fuego interno es más fuerte. Su historia está escrita sobre cemento, sobre caídas y vueltas a intentar, sobre videos caseros y comunidad virtual. Porque en un deporte todavía emergente y muchas veces autogestionado, la red de apoyo también se construye rodando.

Participar en esta competencia no es solo una victoria personal. Es abrirle la puerta a nuevas generaciones de patinadores y patinadoras que creen que su lugar en el mundo también puede estar sobre ruedas. Es llevar el nombre de su provincia, su gente y sus amigas que la aplauden desde la plaza, hasta una pista internacional donde las fronteras se borran y solo queda el estilo, el coraje y la destreza.

En su cuenta de Instagram, @martinapasil, se puede ver algo más que trucos: está la emoción de quien ama lo que hace. La sonrisa después de un giro perfecto, las marcas en las piernas, los agradecimientos sinceros a quienes colaboran con su viaje. Porque sí, para llegar a Brasil no solo entrenó horas, también organizó rifas, pidió colaboraciones y compartió su camino sin caretas.

Lo que hace Martina es un acto de arte y resistencia: desafiar la gravedad con estética, moverse en un deporte históricamente masculinizado, crear espacio para otras, y demostrar que desde el sur del sur también se pueden hacer cosas grandes.

Su participación en esta edición de los Juegos Sudamericanos es un hito, pero también un punto de partida. Y aunque el roller no es nuevo, la forma en que ella lo habita sí lo es. Con estilo propio, con fuerza fueguina, con una historia que merece seguir rodando.