Romina Mirabella tiene 39 años, nació en Hurlingham y en 2002 se animó a un cambio radical: se mudó sola a Cancún, ese paraíso caribeño que durante décadas enamoró con sus playas blancas y mar turquesa. Pero después de 12 años viviendo ahí, su mirada ya no es la misma. “Cancún perdió su identidad cultural”, sentencia, mientras compara la ciudad con Miami y habla de una vida cotidiana atravesada por precios inflados, inseguridad y un fuerte deterioro urbano.

💰 “Los precios no reflejan el de una nación sudamericana, sino de Europa o Estados Unidos”, dice Romina, y detalla que una simple botella de agua en la zona turística cuesta el doble que en los barrios no hoteleros. “Ni hablar de los restaurantes…”, agrega. También denuncia que los taxis no tienen tarifas claras y que a los turistas los castigan con precios exorbitantes si detectan acento extranjero.
🏝️ Aunque reconoce la belleza natural del lugar, lamenta que la experiencia esté muy lejos de lo que promocionan las redes y las agencias. “Te venden un paraíso sin defectos, pero cuando llegás, el mar está lleno de sargazo y no podés acceder a las playas, que están privatizadas por los hoteles”, describe. “Si te ponés frente a uno, enseguida te echan los de seguridad”, denuncia.

📸 “El gobierno sube fotos viejas, limpitas, de hace años. Son fakes. Mientras tanto, te cobran un impuesto ambiental de 4 dólares por noche y nadie sabe dónde va esa plata”, afirma Romina, que también señala el estado calamitoso de las calles, llenas de baches, y la falta total de inversión pública.
🔫 A la lista de preocupaciones se suma la inseguridad. “Es común ver cuatriciclos con policías encapuchados en las playas. Se cubren la cara porque temen represalias de los narcos. Acá la violencia está naturalizada”, advierte. Recuerda un caso estremecedor: “Un conocido fue a cenar con una remera roja. Los mozos también tenían rojo. Entraron sicarios a matar a los mozos… y lo mataron a él por confusión”.
👨👩👦👦 A pesar de todo, Cancún fue una parte importante de su vida. Allí conoció a su pareja en una fiesta de graduación apenas una semana después de llegar. Juntos tienen un hijo y fundaron una empresa dedicada al fitness y nutrición, con más de 450 mil seguidores online en la comunidad de @teamromypower.

🚨 “Cancún es un paraíso maquillado. Detrás de las postales perfectas hay abandono, desigualdad y precios europeos por servicios que no lo valen. Es un lugar hermoso, pero vacío de lo que alguna vez lo hizo único”, reflexiona Romina, que actualmente vive en Mérida, a dos horas de la ciudad que alguna vez soñó.
🧐 Curiosidad caribeña: Aunque las playas en México son legalmente públicas, muchos hoteles colocan barreras físicas, personal de seguridad o bloquean accesos de manera informal. Esta práctica, aunque cuestionada, persiste sin sanciones efectivas y transforma el libre acceso a la costa en un privilegio casi exclusivo del turismo de lujo.
