Ni el aguinaldo reactivó la venta de alimentos pese a tensión inflacionaria más baja

El último reporte oficial de inflación de junio reflejó una desaceleración en el incremento de precios, particularmente en alimentos y bebidas, con un alza del 3%, por debajo del Índice General de Precios al Consumidor (IPC) del 4,6%. Sin embargo, este respiro en la presión inflacionaria no fue suficiente para reactivar el consumo. Comercios y supermercados reportan que las ventas se mantienen un 10% por debajo de los niveles del año anterior y las expectativas para julio no son más alentadoras.

A pesar de las estrategias comerciales agresivas de las empresas y la reciente recomposición salarial acompañada del cobro del medio aguinaldo, el consumo sigue estancado. Según datos relevados, las ventas en la mayoría de las categorías caen entre un 8% y un 10% respecto al año anterior. En algunos casos, como las bebidas alcohólicas, la contracción es aún mayor, con una caída del 30% en el primer semestre.

Expectativas de Recuperación y Estrategias Empresariales

Las empresas del sector alimenticio consideran que el consumo actual ha tocado fondo y confían en una leve recuperación hacia finales de año. Las expectativas están puestas en el 2025, cuando se espera un repunte económico impulsado por la estabilización macroeconómica y la eliminación del cepo cambiario.

El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo recientemente encuentros con CEOs de las principales firmas alimenticias para delinear el horizonte económico a corto y mediano plazo, con el objetivo de generar confianza. Caputo reiteró su compromiso con la estabilidad cambiaria y fiscal, buscando calmar las turbulencias generadas por la alta brecha cambiaria, que actualmente ronda el 60%.

Impacto de la Brecha Cambiaria y la Inflación

El mercado paralelo del dólar, conocido como dólar blue, alcanzó los $1.500, mientras que el dólar MEP cerró en $1.421, reflejando la volatilidad cambiaria. Esta situación genera incertidumbre en el sector privado, aunque el gobierno insiste en que no habrá devaluación. La política de “emisión cero” y las medidas para converger el tipo de cambio libre al oficial son vistas como pasos cruciales para evitar una nueva aceleración inflacionaria.

En este contexto, las empresas alimenticias y los supermercados enfrentan márgenes de ganancia comprimidos. Los ajustes de precios se mantienen en torno al 5% mensual, en línea con la inflación, aunque en muchos casos, los aumentos se postergan. La prioridad actual es sostener los volúmenes de venta, aunque sean bajos, para evitar una mayor contracción del mercado.

Tendencias de Consumo y Perspectivas

La consultora Scentia aún no ha publicado los datos oficiales de ventas para junio, pero se anticipa que la caída en las grandes cadenas de supermercados ronda el 10%, en línea con la tendencia observada desde principios de año. Julio, según fuentes del sector, no muestra signos de mejora significativa.

Santiago Tarquino, de la cadena cordobesa Tadicor, señala que aunque el consumo se ha sincerado respecto al año anterior, las acciones comerciales se mantienen, pero con descuentos más moderados. En contraste, una empresa alimenticia que produce tanto alimentos básicos como premium, informa que el consumo sigue “pisado”, con estabilidad en productos esenciales como harinas y aceites, pero con contracciones importantes en galletitas y congelados.

Curiosidad

En medio de este panorama económico, un dato interesante es que algunos consumidores han comenzado a cambiar sus hábitos de compra, optando por productos a granel y reduciendo la compra de artículos empaquetados para estirar sus presupuestos. Este comportamiento podría indicar una adaptación al contexto económico actual, buscando mantener el consumo a pesar de las dificultades financieras.