Las graves consecuencias de tratar a tu perro como si fuera una persona

En tres de cada cuatro hogares argentinos hay al menos una mascota y más del 60 por ciento son adoptadas. La tendencia de convivir con un animal de compañía se acentuó durante la pandemia por coronavirus. Y ya es sabido que son un miembro más de la familia, al punto de modificar los hábitos de consumo y formar parte del presupuesto familiar.

Y, precisamente, al ser un integrante más del grupo familiar, lo más probable es que sus dueños tiendan a humanizar a sus mascotas, es decir, las tratan como seres humanos, atribuyéndoles emociones, vistiéndolos y dándoles espacios propios de las personas.

Lo que a simple vista puede interpretarse como cariño en realidad conlleva un peligro. Generalmente, humanizar a un perro puede acarrear graves consecuencias para su salud, tanto física como psicológica.

Esto pasa si tratás a tu perro como si fuera una persona. (Imagen ilustrativa Pexels)

El exceso de “humanizar” a un perro no es bueno

Àngel Casellas Grau, etólogo y profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Oberta de Catalunya asegura que un poco de humanización es imprescindible, pero el exceso no es bueno.

El profesional enumera las consecuencias de este accionar y por qué es preferible evitarlo.

– Agresividad. Es probable que el perro acabe teniendo comportamientos agresivos si no consiguen lo que quieren al no reconocer que el humano está por encima de él en la jerarquía.

– Falta de sociabilización. Las personas que tratan a su perro como un ser humano prácticamente no le dejan ser perro, por lo que rara vez interactúa con otros de su especie. Por lo tanto, pueden volverse muy inseguros con otros perros.

 Aumento de peso. La falta de interacción con otros perros y de ejercicio así como la ingesta descontrolada de comida, tanto pienso como alimentos de humanos, hará que suba de peso rápidamente.

 Ansiedad. Los perros que están acostumbrados a estar constantemente con sus dueños luego no consiguen estar solos. Por lo tanto, es habitual que sufran ansiedad por separación.

 Miedo. También es común que un perro humanizado pueda mostrar signos de miedo y nerviosismo al entrar en contacto con estímulos desconocidos. Todos tenemos miedo, pero los perros gestionan las emociones de manera diferente. Así que hay que saber gestionarlas correctamente. /TN