La muerte del futbolista Juan Izquierdo: cómo impacta el alto rendimiento en el corazón, según expertos

El mundo deportivo, en especial el futbolístico, se encuentra en shock. En las últimas horas, se conoció la muerte de Juan Izquierdo, ocurrida este martes por la noche, tras pasar varios días internado en el hospital Albert Einstein de Brasil.

Su internación se debió a una descompensación que sufrió en un partido entre Nacional y San Pablo por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores en el Estadio Morumbí. Izquierdo, que había ingresado desde el banco de suplentes al partido definitorio para pasar a cuartos de final, se desplomó en el campo de juego cuando restaban siete minutos del tiempo regular.

Según indicaron en el parte médico, el futbolista tuvo un paro cardiorrespiratorio en la ambulancia: “El hospital inició inmediatamente maniobras de resucitación cardiopulmonar, incluyendo el procedimiento de desfibrilación, habiendo el paciente recuperado la circulación espontánea”. Sin embargo, su salud había empeorado en los últimos días, cuando se informó que había mostrado “una progresión cerebral y un aumento de la presión intracraneal”.

Hay condiciones transitorias, únicas e irrepetibles, que tal vez no se ven en el apto físico”, afirmó a Infobae el doctor Martín Lombardero, cardiólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), al indicar que es muy difícil pronosticar que un deportista profesional va a tener una arritmia que lo lleve a una muerte súbita.

El futbolista se desplomó en pleno campo de juego durante un partido de la Copa Libertadores, siendo trasladado de urgencia al hospital, donde su salud se deterioró hasta su trágico fallecimiento.
(Photo by EITAN ABRAMOVICH / AFP)

Es importante que las canchas estén cardioprotegidas y que sean estadios cardioseguros. Además, es esencial que también haya gente entrenada para hacer RCP, debemos tender a que sea un hábito y no un curso hecho cada 5 o 10 años”, agregó el experto, que además es interconsultor en Sanatorios de la Trinidad de Palermo y de San Isidro, y jefe de Imagen cardíaca Sanatorio de la Trinidad Ramos Mejía.

“Una muerte súbita en una persona puede darse a los 15 años por deficiencias congénitas y a los 45 por causas de enfermedad coronaria. Por qué un chico de 27 años que juega al fútbol de forma profesional hace más de 10 tiene una arritmia letal que lo lleva a un paro, es imposible de saber”, destacó el cardiólogo al referirse a que Izquierdo había sido diagnosticado con una arritmia en un control que se le hizo cuando tenía 17 años y jugaba en Cerro. Ahora, tenía 27.

Asimismo, el experto aseguró que este desenlace podría haber sido provocado “por un virus”, aunque aclaró: “Eso lo determinará una pericia forense”. “Los deportistas que tienen un cuadro viral con mucha fiebre no deben competir inmediatamente. Algunos virus inflaman el músculo cardíaco en forma transitoria y luego hay condicionantes que no se pueden detectar. No hay consenso del tiempo para su recuperación. Nosotros estimamos en una semana si es un virus respiratorio fuerte, con fiebre alta”, amplió el especialista, autor del reciente libro “El corazón es consciente”.

¿Qué es una arritmia?

Una arritmia es un trastorno del ritmo del corazón, ya sea de manera rápida o lenta, que se debe a una alteración en el origen del impulso y/o en la conducción, según la Fundación Cardiológica Argentina.

En ese sentido, desde los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) advierten que “el corazón puede latir demasiado rápido, demasiado lento o con un ritmo irregular”

“Es normal que la frecuencia cardíaca se acelere durante la actividad física y que disminuya durante el reposo o el sueño. También es normal sentir que el corazón omite un latido ocasionalmente. Pero un ritmo irregular que ocurre en forma frecuente puede significar que el corazón no está bombeando suficiente cantidad de sangre al cuerpo. Es posible que se sienta mareado, se desmaye o tenga otros síntomas”, detallan desde el ente norteamericano.

Las arritmias se pueden dividir en dos categorías: ventriculares y supraventriculares, las primeras ocurren en las dos cámaras inferiores del corazón, que son los ventrículos. En cambio, las supraventriculares tienen lugar en las estructuras por encima de los ventrículos, principalmente las aurículas, las cámaras superiores del corazón.

También las arritmias se definen por la velocidad de los latidos del corazón. Una frecuencia cardíaca muy lenta significa que es inferior a 60 latidos por minuto y se conoce como “bradicardia”. En tanto, se llama “taquicardia” es una frecuencia cardíaca muy rápida, lo que significa que late más rápido que 100 por minuto.

La fibrilación, en tanto, es la forma más grave de arritmia, y consiste en latidos rápidos y descoordinados, que son contracciones de las fibras individuales del músculo cardíaco.

Los aptos físicos en el deporte

De acuerdo, es esencial erradicar el mito de que un apto físico “normal” para realizar deporte, equivale a una póliza de seguro, que indica que nada debería ocurrir en un esfuerzo físico intenso.

“La comunidad médica sabe que no es así. Sin embargo, en un punto satisfacemos la demanda de una sociedad y damos, sin darnos cuenta, garantías implícitas de que ‘por un año’ (dado que habitualmente es anual y así se lo exige) el cuerpo responderá sin inconvenientes, en términos de Muerte Súbita (MS) a una alta exigencia física”, sostuvo el médico cardiólogo.

Y precisó: “El interrogatorio, el examen físico, el electrocardiograma, el ecocardiograma transtorácico y una prueba de esfuerzo, constituyen la base de un buen examen cardiológico precompetitivo. Sin embargo, por más esfuerzo que haga el deportista en un centro médico, nunca podremos reproducir en un ambiente controlado la emoción, la tensión y liberación de catecolaminas que puede llegar a experimentar durante la competición”.

Por otra parte, el experto indicó que la deshidratación, el desequilibrio electrolítico, el medio interno y las condiciones de presión y temperatura del exterior serán siempre diferentes en las competencias, por lo que su cuerpo debe adaptarse a constantes cambios inmunológicos, inflamatorios, metabólicos, hormonales y psicológicos.

“Todo esto hace que, aún con un apto físico normal, durante un ejercicio extremo y con una cardiopatía oculta, se puedan poner en juego condiciones ‘transitorias, ideales y únicas’ para tener una muerte súbita”, concluyó el experto.

FUENTE: Infobae