🎬 Macaulay Culkin se convirtió en una superestrella mundial cuando apenas tenía 10 años. Su papel en Mi pobre angelito lo catapultó a la fama, y con él llegó una fortuna que alcanzó los 50 millones de dólares antes de cumplir los 15. Pero mientras el mundo lo veía como el niño prodigio de Hollywood, puertas adentro vivía una pesadilla de control, abuso psicológico y explotación por parte de su propio padre, Kit Culkin.
👨👦 Kit Culkin: el padre controlador que manejaba su vida como un titiritero
Kit no solo era el padre de Macaulay, sino también su mánager. Según el propio actor y personas cercanas a la familia, manejaba su carrera con puño de hierro. Las jornadas de filmación eran agotadoras, y después de los rodajes, el pequeño actor debía ensayar, dar entrevistas y cumplir con interminables compromisos. Nada de lo que hacía era para él: todo lo controlaba Kit, quien también administraba las finanzas familiares, lo que generó más tarde una batalla legal.

🛋️ El sillón como castigo
Una de las situaciones más crudas que Macaulay ha relatado es que su padre lo hacía dormir en el sillón del living. La razón: “para que no se le suba la fama a la cabeza”, le decía Kit, mientras el resto de sus hermanos dormía en camas. Este gesto simbólico resumía el abuso emocional al que estaba sometido. Kit intentaba convencerlo de que no valía más que los demás, mientras en paralelo lo explotaba hasta el límite.
🚫 Violencia y manipulación emocional
En entrevistas posteriores, Macaulay describió a su padre como una persona violenta y extremadamente celosa de su éxito. Según el actor, Kit a menudo lo insultaba, le gritaba y lo presionaba hasta el agotamiento físico y mental. La situación se volvió insostenible hasta que Macaulay decidió emanciparse a los 14 años y cortar vínculos con su progenitor.
⚖️ La disputa por la fortuna y la separación definitiva
La pelea por el dinero fue feroz. Cuando Macaulay cumplió la mayoría de edad, rechazó la herencia que le correspondía a Kit Culkin como su mánager y representante legal. En cambio, pidió a los tribunales que eliminaran a sus padres como administradores de su fortuna, valorada en unos 17 millones de dólares en ese momento. Fue un paso determinante para reconstruir su vida.
🎭 Una vida después de la tormenta
Hoy, a sus 44 años, Macaulay Culkin habla sin rencores, pero sin intención de reconciliarse con su padre. “No tengo ninguna relación con él. Él no desea tenerla y yo tampoco”, declaró en una entrevista. Tras años alejándose de las cámaras y lidiando con los excesos, Macaulay volvió a la actuación y a la música en sus propios términos.
🧐 Curiosidad que pocos saben
Kit Culkin también fue actor en su juventud, aunque nunca alcanzó la fama de su hijo. Algunos allegados aseguran que su frustración personal por no haber triunfado en el mundo del espectáculo fue lo que lo llevó a volcar sus ambiciones y su amargura en la vida de Macaulay, ejerciendo un control absoluto sobre él desde que era un niño.