La alarma viene del mundo científico. Una revisión de estudios realizada por investigadores de Estados Unidos puso sobre la mesa un riesgo poco conocido pero potencialmente grave: los gatos domésticos pueden infectarse con el virus de la gripe aviar (H5N1), una cepa altamente patógena.
Aunque el virus ha sido históricamente un problema en aves silvestres y de corral, cada vez hay más evidencia de que mamíferos –incluidos los felinos domésticos– pueden ser vulnerables, y eso plantea una inquietud clave: ¿pueden los gatos convertirse en intermediarios de contagio hacia los humanos?
Los estudios indican que los gatos pueden contraer la gripe aviar al:
- Comer aves infectadas.
- Estar expuestos a sus heces o secreciones.
- Compartir ambientes con aves silvestres contagiadas, especialmente si son gatos que salen al exterior.
Una investigación del USDA (Departamento de Agricultura de los EE.UU.) detectó casos de infección felina que evolucionaron de forma grave, provocando síntomas neurológicos y respiratorios. En algunos casos, incluso derivaron en la muerte del animal.
unque hasta ahora no hay evidencia concreta de que los gatos hayan sido un puente directo de contagio hacia humanos, los expertos consideran que este tipo de casos podrían aumentar el riesgo de mutaciones del virus que lo hagan más transmisible entre mamíferos.
Según la doctora Angela Chen, viróloga del CDC (Centers for Disease Control and Prevention), “los gatos podrían actuar como huéspedes intermediarios, generando adaptaciones del virus que eventualmente faciliten su salto hacia los humanos”.
Los expertos aclaran que el riesgo aún es bajo, pero que debe seguirse de cerca. La vigilancia epidemiológica y la investigación científica constante son clave para evitar sorpresas. Como ocurrió con el COVID-19, las zoonosis (enfermedades que se transmiten de animales a humanos) pueden volverse críticas si no se detectan a tiempo.