Estética y algoritmos: por qué ahora todo es “aesthetic”​

En la era digital, la estética se ha convertido en una moneda de cambio en las redes sociales. Desde Instagram hasta TikTok, la búsqueda de lo “aesthetic” domina la creación y consumo de contenido. Pero, ¿cómo llegamos a este punto donde la estética parece dictar nuestras interacciones en línea?​

El auge de lo “aesthetic”

📱El término “aesthetic” ha evolucionado para representar un estilo visual coherente y atractivo en las redes sociales. Se caracteriza por paletas de colores suaves, composiciones cuidadas y una armonía visual que busca agradar a los sentidos. Esta tendencia no solo se refleja en las imágenes, sino también en actividades cotidianas que se presentan de manera estilizada, como preparar un café o decorar un espacio personal.

Los algoritmos de plataformas como Instagram y TikTok juegan un papel crucial en la promoción de contenido “aesthetic”. Estos sistemas priorizan publicaciones que generan más interacciones, lo que a menudo favorece imágenes visualmente atractivas. Como resultado, los usuarios tienden a adaptar su contenido para alinearse con estas preferencias algorítmicas, creando una homogeneidad estética en las plataformas.​

La presión por mantener una estética específica puede afectar la autenticidad de los usuarios. La necesidad de encajar en ciertos estilos visuales puede limitar la expresión personal y llevar a una representación idealizada de la vida cotidiana. Esto plantea preguntas sobre la relación entre identidad y presentación en el entorno digital.

Aunque la estética tiene su lugar en la expresión digital, es esencial recordar que la autenticidad y la diversidad también son valiosas. Fomentar una variedad de estilos y enfoques puede enriquecer la experiencia en línea y permitir una representación más genuina de las personas y sus vidas.​

En conclusión, mientras que lo “aesthetic” ha transformado la forma en que interactuamos en las redes sociales, es importante equilibrar la búsqueda de belleza visual con la autenticidad y la diversidad de experiencias.​