Durante casi dos décadas, el programa “Caso Cerrado”, conducido por Ana María Polo, se mantuvo como un referente en la televisión hispana, abordando casos legales de todo tipo, desde conflictos familiares hasta disputas de pareja. A pesar de que muchos espectadores creían en la autenticidad de las historias presentadas, revelaciones recientes han arrojado luz sobre la naturaleza dramatizada del programa.
Una participante, conocida como Mila, compartió en TikTok su experiencia, revelando que fue contratada para actuar en dos episodios, por los cuales recibió cientos de dólares. Este testimonio confirma que, aunque algunas historias se basaban en experiencias reales, eran en su mayoría dramatizaciones preparadas el mismo día de la grabación. Lo interesante es que la Dra. Ana María Polo no estaba al tanto de los detalles de cada caso antes de su presentación, lo que aseguraba que sus reacciones fueran genuinas, añadiendo un elemento de espontaneidad al programa.
Según Mila, los participantes podían recibir entre 200 y 400 dólares por día de grabación, con beneficios adicionales para aquellos que no residían en Miami. Este detalle resalta el esfuerzo de producción detrás de cada episodio, que incluía la grabación de hasta ocho casos diarios, cada uno liderado y escrito por diferentes productores y guionistas.
La noticia ha generado diversas reacciones entre los seguidores del programa, muchos de los cuales expresaron su sorpresa al descubrir la naturaleza ficticia de los casos. Sin embargo, esta revelación no resta mérito al impacto que “Caso Cerrado” tuvo en su audiencia, ofreciendo entretenimiento y, en ocasiones, valiosas lecciones sobre la complejidad de las relaciones humanas y los dilemas legales.
Dato curioso: “Caso Cerrado” no es el único programa de televisión que utiliza actores para dramatizar casos legales. Esta práctica es común en programas de corte judicial, donde se busca preservar la privacidad de las personas involucradas o simplificar casos complejos para la audiencia. Lo que distingue a “Caso Cerrado” es la habilidad de la Dra. Polo para navegar estas dramatizaciones con un enfoque que muchas veces parecía auténticamente judicial, logrando cautivar a una audiencia extensa a lo largo de los años.