El Gobierno oficializó la eliminación de la retención del 95% del impuesto PAIS que la ARCA (antes conocida como AFIP) exigía como anticipo para acceder a divisas destinadas al pago de importaciones. Esta decisión, publicada mediante la resolución general 5604/2024 en el Boletín Oficial, entró en vigor el 26 de noviembre. A solo un mes de que finalice la vigencia del impuesto PAIS, esta medida reduce el tipo de cambio implícito para importaciones, abaratando los costos para los importadores.
Según explicó la ARCA, la medida considera el plazo de 30 días que establece el Banco Central para acceder al Mercado de Cambios. Esto significa que, al cumplirse ese plazo, el tributo ya no estará vigente, eliminando la necesidad del pago por adelantado. Desde ahora, los despachos de importación oficializados no estarán sujetos a este anticipo.
El impuesto PAIS, implementado originalmente en 2019 como parte de medidas económicas de emergencia, había unificado su alícuota en un 15% para bienes y servicios importados. Sin embargo, en octubre, esta tasa se redujo al 7,5%, y su aplicación finaliza definitivamente el 22 de diciembre de 2024. Este impuesto también afectaba consumos en dólares con tarjeta de crédito, como servicios facturados en el exterior o gastos turísticos, pero el Gobierno no planea introducir mecanismos para compensar su eliminación.
En paralelo, el mercado debate los posibles impactos de la apreciación del peso y la eliminación de este tributo. Consultoras como Analytica estiman que, al desaparecer el impuesto PAIS, el tipo de cambio turista podría situarse por debajo de niveles registrados en 2017 y 2018, cuando los déficits en la cuenta cambiaria por viajes superaron los USD 1.600 millones ajustados a valores actuales.
A pesar de los antecedentes históricos de devaluaciones tras apreciaciones similares del peso, algunos economistas sugieren que el contexto actual podría ser distinto debido al superávit fiscal, las oportunidades de exportación derivadas de Vaca Muerta y la reciente inyección de dólares por blanqueos. Sin embargo, la discusión sobre la competitividad cambiaria y sus efectos en el mercado sigue siendo central en las proyecciones económicas.