Liliana Aro y Daniel Rodríguez son de Tierra del Fuego, y relataron su emocionante travesía al alcanzar la cima del Aconcagua este fin de semana. Iniciando el ascenso el sábado a medianoche, la pareja de escaladores optó por un enfoque alpino, enfrentando cinco noches de desafíos en su camino hacia la cumbre.
Liliana comparte detalles sobre las etapas de su travesía, desde el ingreso al parque hasta los chequeos médicos y la estratégica elección de días de descanso, “el día domingo a las 12 del mediodía estábamos haciendo cumbre. El ascenso lo comenzamos el día sábado a las 12 de la noche. Dado que es un día bastante largo y el clima estaba muy bueno, queríamos aprovecharlo, salir temprano, tranquilos, mantener un ritmo lento pero constante, llenar con buen aire y físico hasta la cumbre porque son muchos días los que se camina ese día. Y como todo lo que te dicen, no solo es ir sino que también es volver. Hicimos cinco noches, nuestra travesía empieza entrando al parque el día 15. Llegamos a Horcones y ese día nos quedamos en Confluencia, que aproximadamente son dos horas de caminata hasta ese campamento que tiene 3200 metros. Al día siguiente obviamente ese día primero tenés que pasar para un chequeo médico. Ambos tanto Daniel como yo, los pasamos con normalidad, tanto la parte de la presión, la auscultación de los pulmones y la saturación de oxígeno, que es muy importante para que te dejen pasar. Así que con esto aprobado al día siguiente nosotros emprendemos viaje de Confluencia a Mulas. Aproximadamente tiene ocho horas. Así que también es un día largo, hay que tomárselo con tranquilidad e hidratar un montón para estos días”
“Nosotros cuando chequeamos el clima vimos que había poco viento, que eso es muy favorable cuando tenés que pasar el portesuelo del viento, porque te encontras realmente expuesto y puede haber tanto viento que a veces no te puede dejar ni avanzar. Y teníamos en esta ocasión 35 kilómetros, que era algo muy favorable, estaba despejado, iba a haber sol y muy poco frío. Las condiciones estaban dadas para que se pueda llegar a cumbres ese día. Estaba ideal, se veía perfecto el día” prosiguió contando” contó.
Ya en la cumbre colocaron la bandera de Tierra del Fuego “queríamos dejar a nuestra provincia en lo más alto de lo que es el techo de América”
Por su parte Daniel recordó el intento anterior del año pasado, donde estuvieron a solo 100 metros de la cumbre, pero condiciones climáticas adversas los obligaron a descender “era la primera vez que entrábamos al parque, también con un montón de incertidumbres y un montón de cosas que no sabíamos. Estuvimos a 100 metros de la cumbre, estuvimos a 6.800, finalizando la canaleta, la gran canaleta que le llaman, encarando el filo del guanaco, llevábamos casi 11 horas, 11 horas y media caminando. Las condiciones climáticas eran muy adversas, hacía mucho frío, hacía más de 35 grados bajo cero. Eramos los últimos que íbamos a tirar cumbre, justo está bajando la patrulla de rescate, y nos sugiere que nos sigamos, porque teníamos más o menos una hora más como para llegar a la cumbre y obviamente una hora y pico más como para regresar. Entonces, entre dos horas y dos horas y media teníamos aproximadamente, y no venía una tormenta encima. Cuando la patrulla nos dice eso, miramos hacia la cumbre y se empieza a cerrar y empieza a nevar. Así que lamentablemente tuvimos que bajar, y estabamos a 100 metros de la cumbre. No te imaginas la impotencia. En ese momento nos miramos los dos, nos largamos en llanto, pero también está en la cabeza, porque decidimos, o seguimos y nos quedamos en la cumbre, o volvemos y regresamos para intentarlo de vuelta” relató Daniel y dijo que no pudieron terminar porque “no se podía porque ya prácticamente la tormenta la teníamos encima. De hecho, cuando nos dice la patrulla eso, empezamos a bajar y estuvimos casi dos horas y media, dos horas y media o tres, bajando con tormenta de nieve, que casi no se veían las huellas. Así que la verdad que fue una buena decisión. Difícil, pero buena decisión”
Los escaladores explican su elección del estilo alpino y cómo planificaron meticulosamente su expedición, enfrentando costos elevados y desafíos financieros, “nosotros salimos solos de Río Grande, viajamos todos por tierra. Hicimos una aclimatación previa en el Cordón de Plata, en Vallecitos, que está a 5.000 metros, como para entrar bien oxigenado en sangre, con hemoglobina bien perfecta hacia el parque. Y esta parte del estilo alpino hay que salir con tu equipo y directamente ir a campamento por campamento, la verdad que también los costos se van muchísimo ahora con todo esto del dólar y demás. Es algo también que nos cuesta mucho hacer a nosotros. A los extranjeros no tanto, pero a nosotros, los argentinos a pulmón, hay que pagar todo en dólares, cuesta mucho” refirió.
Hace cuánto tiempo que ustedes practican este deporte aquí en Tierra del Fuego “nosotros hace un montón, hace varios años, los dos. Por ejemplo, somos colaboradores del Club Andino Río Grande, y aparte hacemos montaña nosotros solos. También en otros años hemos coronado también el techo de la Patagonia, que es el Volcán Domullo. Hemos hecho otros volcanes también en la Patagonia. Teníamos esto en cuenta pendiente de coronar el techo de América, que lo tenemos acá en Argentina, es nuestro. Así que teníamos ganas también de hacer esto” finalizó Daniel.
FUENTE: Minuto fueguino