Descubre el condimento que contiene colágeno, es rico en potasio y beneficia tus articulaciones

El orégano es una hierba aromática que ha sido valorada tanto en la gastronomía como en la medicina tradicional a lo largo de los siglos. Con el nombre científico de Origanum vulgare y originaria de la región mediterránea, esta planta es un ingrediente indispensable en muchas preparaciones, especialmente en la cocina italiana y griega.

Su sabor característico y sus propiedades conservantes han hecho del orégano un elemento clave en la elaboración de platos como pizzas y salsas, añadiendo un toque distintivo que realza el sabor de los alimentos.

Además de su valor en la cocina, el orégano es reconocido por sus múltiples beneficios para la salud. Esta hierba está cargada de compuestos antioxidantes y antimicrobianos, que han demostrado ser útiles en el tratamiento de diversas afecciones y en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Su aceite esencial, en particular, es conocido por aliviar dolores de garganta y problemas digestivos.

Por estas razones, el orégano se destaca no solo como un condimento delicioso, sino también como una planta con importantes propiedades medicinales.

Los beneficios para la salud del orégano

Más allá de su uso culinario, el orégano ofrece beneficios significativos para la salud, gracias a su contenido de compuestos antioxidantes y antimicrobianos. Según un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, se ha demostrado que el orégano “posee varias propiedades bioactivas, entre ellas antioxidantes, antimicrobianas, antiinflamatorias y analgésicas”.

Esto se debe principalmente a la presencia de compuestos como el carvacrol y el timol, tanto en sus hojas como en su aceite esencial. Estos compuestos protegen las células de los radicales libres generados por los procesos metabólicos, que pueden causar estrés oxidativo y envejecimiento prematuro de los tejidos. Al prevenir la oxidación, el orégano también contribuye a fortalecer el sistema inmunológico.

Además, el carvacrol presente en el aceite de orégano tiene propiedades antimicrobianas que pueden apoyar la salud digestiva y combatir infecciones bacterianas. Según otro análisis publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el orégano es especialmente eficaz contra patógenos transmitidos por los alimentos, como Escherichia coli, Salmonella y Bacillus cereus.

Por otro lado, la especia es una fuente de potasio, con 4,2 miligramos de este mineral en cada ración de 0,25 gramos de hojas, según la Fundación Española de la Nutrición. El potasio es esencial para el funcionamiento adecuado de los nervios, la contracción muscular y el mantenimiento de un ritmo cardíaco regular.

Cómo ayuda el orégano a las articulaciones

El orégano también es beneficioso para las articulaciones gracias a los flavonoides y ácidos fenólicos que contiene. Estos compuestos, además de su acción antioxidante, son especialmente útiles para reducir la respuesta inflamatoria del cuerpo, la cual es desencadenada por mediadores ante la presencia de agentes nocivos, según un estudio realizado por científicos mexicanos.

Los expertos explicaron que cuando la respuesta inflamatoria no está bien regulada, se produce una sobreproducción de estos mediadores, lo que puede llevar a enfermedades como la artritis, aterosclerosis y cáncer. Por lo tanto, el efecto antiinflamatorio del orégano puede ayudar a aliviar las molestias causadas por la inflamación en las articulaciones.

El orégano también es fuente de colágeno

El orégano contiene compuestos como el carvacrol y el timol, que protegen las células de los radicales libres. Además, la producción de colágeno es crucial para mantener la salud y la elasticidad de la piel, los tejidos conectivos y los huesos. El colágeno es una proteína estructural que representa aproximadamente el 30% de las proteínas totales en el cuerpo humano.

La vitamina C, que se encuentra en el orégano, es uno de los compuestos que estimulan la síntesis de colágeno en el cuerpo. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, cada 100 gramos de orégano contienen 2,3 miligramos de vitamina C. Aunque esta cantidad pueda parecer pequeña, es beneficiosa para el organismo.

Además, los antioxidantes presentes en el orégano ayudan a proteger las células productoras de colágeno del daño oxidativo, creando un entorno favorable para la síntesis de esta proteína.

Cómo consumir orégano e incorporarlo en la dieta diaria

Incorporar el orégano en la dieta diaria es una excelente manera de añadir sabor y beneficios nutricionales a las comidas. Puedes comenzar a usarlo fresco o seco en recetas de pasta, pizzas y salsas para darle un toque mediterráneo. También es ideal para sazonar carnes, pescados y verduras asadas, ya que aporta un perfil de sabor sin necesidad de añadir grasas adicionales.

El orégano también se puede usar en aderezos y marinadas, así como en infusiones o tés para aprovechar sus propiedades medicinales. No obstante, siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de utilizarlo con fines medicinales.

Incluso agregar una pizca de orégano a las comidas diarias no solo mejora el sabor de los platos, sino que también contribuye a una dieta más saludable y a un mayor bienestar general.

Como con cualquier alimento o especia, es importante consumir el orégano con moderación. Si se considera usar su aceite esencial, es aconsejable consultar con un profesional de la salud que pueda guiar sobre su correcta aplicación. También es crucial tener en cuenta alergias preexistentes y la posibilidad de reacciones alérgicas antes de consumir orégano.