Hacer ejercicio físico es una de las claves para mantener una buena salud, pero antes de empezar a moverse hay que tomar algunos recaudos. Así lo recomienda el Hospital Británico de Buenos Aires, que en un comunicado difundió consejos para cuidarse y prevenir enfermedades.
El primer paso es hacerse un chequeo médico, que incluye una evaluación clínica y cardiológica, con preguntas sobre los antecedentes personales y familiares, la medicación que se toma y los síntomas que se presentan. También se hace un examen físico completo, con medición de la presión arterial y auscultación del corazón.
Según la edad y el deporte que se quiere practicar, se pueden solicitar otros estudios, como un electrocardiograma, una ergometría o un ecodoppler cardíaco.
“El chequeo es importante porque podemos detectar alguna patología que puede agravarse con la práctica deportiva. Podemos detectar alguna condición que predisponga a la muerte súbita, que si bien es infrecuente en el deporte, cuando ocurre es de gran impacto. Hoy en día es infrecuente que uno, como médico, contraindique el deporte, pero si detectamos alguna condición patológica, podemos adaptar la actividad física a esa condición”, explica la doctora Alejandra Angrisani, cardióloga y deportóloga del Hospital Británico
La actividad física tiene múltiples beneficios para la salud, como prevenir enfermedades crónicas, mejorar el estado de ánimo, fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de muerte prematura.
Sin embargo, muchas personas no alcanzan el nivel de actividad física recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de al menos 150 minutos semanales de actividad moderada o 75 minutos semanales de actividad vigorosa. En Argentina, cuatro de cada 10 personas no realizan actividad física, según la última encuesta sobre Factores de Riesgo en la Argentina.
“De cara al futuro tecnológico mundial que se avecina, de la mano del recrudecimiento de las desigualdades sociales con la crisis económica, que llevarán a mayores niveles de sedentarismo y una nueva disposición del tiempo del trabajo y el tiempo libre, es una necesidad y una urgencia seguir repensando estrategias y formas de acceso a la actividad física y deportiva de toda nuestra población como un problema comunitario y de interés público”, sostiene la doctora Angrisani.
La especialista recomienda comenzar a hacer ejercicio de forma progresiva y controlada, y bajo supervisión si se trata de un deporte exigente. También aconseja tener en cuenta la alimentación y la hidratación, que son fundamentales para el rendimiento deportivo y la prevención de enfermedades. Asimismo, sugiere elegir una vestimenta adecuada al tipo de actividad y a la época del año, para evitar lesiones o malestares.
Beneficios
• Disminuye el riesgo de padecer hipertensión arterial, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y diabetes.
• Reduce el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, como el de mama y el de colon.
• Mejora el estado de ánimo y reduce síntomas de depresión.
• Ayuda a conciliar el sueño.
• En adultos mayores, evita la pérdida de masa muscular, mejora el equilibrio, evita caídas y mejora la salud ósea.
• Es un determinante clave del gasto energético, por lo que ayuda a controlar en forma adecuada el peso.
“No solo indicamos la actividad física para prevenir factores de riesgo y enfermedades, sino que también se indica como parte del tratamiento no farmacológico”, concluye la profesional.