La siesta, una práctica arraigada culturalmente en muchas regiones, es un deleite para muchos, ya sea para recuperarse de la falta de sueño nocturno o como parte de la rutina diaria. Sin embargo, un reciente estudio internacional realizado por expertos de las universidades de Murcia y Harvard arroja luz sobre la relación entre la siesta y marcadores de riesgo para la salud metabólica.
Publicado en la revista Obesity, el estudio se centró en 3,275 adultos de una población mediterránea, donde la siesta es una costumbre arraigada. Los resultados revelaron que las siestas largas, definidas como más de 30 minutos, se asociaron con un índice de masa corporal más alto y mayor probabilidad de síndrome metabólico.
Los hallazgos clave del estudio:
- Duración de la siesta: Siestas más allá de 30 minutos se relacionaron con un índice de masa corporal elevado y mayor prevalencia de síndrome metabólico.
- Siestas cortas: Menos de 30 minutos se asociaron con menor probabilidad de presión arterial sistólica elevada.
- Factores de riesgo adicionales: Fumar, horarios irregulares de sueño nocturno y mayor ingesta calórica en el almuerzo aumentaron el riesgo asociado con siestas largas.
- Lugar de la siesta: Realizarla en la cama en lugar de un sillón o sofá también se asoció con efectos negativos.
La siesta perfecta según la investigación:
La duración de la siesta podría ser crucial en el tratamiento de la obesidad y el síndrome metabólico. Los investigadores sugieren que siestas cortas podrían ser más recomendables, especialmente en individuos con hábitos que amplifican los efectos perjudiciales de las siestas largas.
Recomendaciones finales:
- Duración: No exceder los 30 minutos.
- Lugar: Preferir sillón o sofá en lugar de la cama.
- Factores de riesgo: Evitar fumar, mantener horarios de sueño regulares y moderar la ingesta calórica en el almuerzo.
Aunque el estudio arroja luz sobre la relación entre la siesta y la salud metabólica, se requieren investigaciones adicionales para comprender mejor los beneficios y riesgos asociados, especialmente en el contexto de estilos de vida específicos. Mientras tanto, la clave parece ser disfrutar de ese pequeño placer sin excederse en tiempo y considerar el entorno donde se realiza.