En la primavera de 1968, en el apogeo de su fama, Los Beatles decidieron fundar Apple Corps como respuesta a su descontento con la industria musical tradicional. El objetivo era crear un negocio innovador que sirviera como refugio para los artistas. John Lennon describió la iniciativa como un lugar donde los creativos pudieran grabar libremente, sin ataduras comerciales.
Paul McCartney lo definió como “una especie de comunismo occidental”, donde músicos, cineastas, pintores e inventores pudieran trabajar sin las limitaciones del comercio. También aclaró que las ganancias de la empresa no serían para ellos, sino para apoyar a otros, pero sin ser considerada una caridad.
Mientras el grupo se adentraba en la contracultura, buscaban escapar de las cadenas comerciales y crear un espacio donde creatividad y comercio convivieran de forma armoniosa. Sin embargo, el proyecto enfrentó desafíos financieros y tensiones internas, que contribuyeron a la eventual disolución de la banda. A pesar de haber estado cerca de la quiebra, Apple Corps logró mantenerse tras años de disputas legales.
Actualmente, Apple Corps sigue operando en Londres, bajo el control de los miembros sobrevivientes de Los Beatles y los patrimonios de John Lennon y George Harrison. Aunque ha cambiado su enfoque, ahora se centra en promover y preservar el legado de la banda. La empresa se ha convertido en una fuente inagotable de material de los Beatles, incluyendo música, proyectos cinematográficos, y licencias, lo que ha permitido que nuevas generaciones disfruten de sus archivos y tesoros perdidos.
Según un usuario de Reddit (DrRudi), la compañía emplea entre 15 y 30 personas en su oficina de Londres, con algunos empleados en Estados Unidos. Esta estructura permite a Apple Corps gestionar varios negocios complementarios, como Apple Films, Python Music y Maclen Music.
A lo largo de los años, Apple Corps ha acumulado un legado que seguramente perdurará. A pesar de las disputas con Steve Jobs y las reestructuraciones internas, la empresa sigue siendo un ejemplo importante en la industria musical, destacándose por su enfoque en crear arte por el arte, sin buscar monopolizar el mercado ni centrarse en las ganancias.
En 1968, Los Beatles también fundaron Apple Records, un sello discográfico para lanzar sus propias grabaciones y las de otros artistas con diversos estilos musicales. Peter Asher, ejecutivo de Apple Corps, comentó que el único plan era promover buena música, especialmente aquella que no encontraba espacio en otros sellos. Esta misión utópica reflejaba el espíritu revolucionario de la época, promoviendo la diversidad en un entorno creativo.
Hoy en día, Apple Corps y sus subsidiarias siguen siendo relevantes. Aunque Universal maneja la música de Los Beatles, Calderstone Productions, una división de Apple Corps, se encarga exclusivamente de los productos relacionados con la banda, incluyendo los lanzamientos en solitario que originalmente salieron bajo el sello Apple. Calderstones tiene una conexión histórica con Liverpool, pues el nombre proviene de la antigua Quarry Bank High School, donde estudiaron algunos de los miembros de la banda.