En una tarde tranquila, Teresa, de 72 años, teje con habilidad una bufanda para uno de sus nietos. Para ella, tejer no es solo un pasatiempo, sino una manera de relajarse, despejar su mente y sentirse satisfecha con su día a día. Como Teresa, muchas personas mayores encuentran en las manualidades y actividades creativas una fuente de bienestar emocional que va mucho más allá del entretenimiento.
Un estudio reciente realizado en Inglaterra ha revelado que actividades como tejer, pintar o hacer cerámica no solo entretienen, sino que también aportan grandes beneficios a la salud mental, especialmente entre los mayores. Este análisis, basado en más de 7.000 personas, confirma que las artes y manualidades pueden ser una herramienta poderosa para combatir el estrés, la ansiedad y mejorar el bienestar general.
El estudio, publicado en Frontiers in Public Health, se centró en analizar cómo actividades creativas como la pintura, el bordado o la escultura afectan al bienestar subjetivo en personas mayores, es decir, su nivel de satisfacción y felicidad con su vida. Los resultados son claros: quienes se dedican a estas actividades experimentan mayores niveles de satisfacción personal. Además, quienes participan regularmente en manualidades, sin importar su habilidad, sienten que su vida tiene más valor y propósito, lo cual es clave para una buena salud mental.
Aunque el estudio no mostró una disminución significativa de la ansiedad, las manualidades sí ayudan a reducir el estrés al promover la relajación a través del “flujo”, ese estado en el que las personas se sumergen completamente en la tarea que están realizando, lo que les permite desconectarse de preocupaciones.
En cuanto a la soledad, el estudio no encontró un impacto significativo de las manualidades en su reducción. Sin embargo, la psicóloga Helen Keyes señala que estas actividades pueden fomentar la creación de comunidades creativas donde las personas mayores se conecten y compartan sus experiencias.
Dado el impacto positivo de las manualidades en el bienestar emocional, los expertos sugieren que se integren en las políticas de salud pública para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, ya que son actividades accesibles y económicas.
En resumen, aunque no resuelven problemas como la soledad o la ansiedad, las manualidades ofrecen una vía efectiva para mejorar el estado emocional de las personas mayores, ayudándolas a encontrar un sentido de propósito y satisfacción en su día a día.