La comisión directiva de Boca Juniors, bajo la influencia de Juan Román Riquelme, evalúa un revolucionario Master Plan para la icónica Bombonera. Este proyecto, diseñado por el arquitecto Rodrigo Vidal, propone una expansión del estadio sin necesidad de adquirir propiedades vecinas, manteniendo el corazón del equipo en su histórica ubicación en La Boca.
El plan contempla una transformación estructural que incluye elevar el campo de juego, demoler los actuales palcos VIP y agregar un tercer anillo, aumentando la capacidad a 90 mil espectadores, divididos en 55 mil lugares populares y 35 mil plateas. Además, se prevé la instalación de un techo y una “piel inteligente” que, mediante sensores, hará que el estadio “late” en sintonía con el entusiasmo de los fans.
Este ambicioso proyecto, que promete preservar la esencia de la Bombonera mientras la proyecta hacia el futuro, requeriría que Boca Juniors juegue en otro lugar por aproximadamente 16 meses. A pesar de este inconveniente temporal, el costo estimado del reciclaje sería significativamente menor que el de construir un nuevo estadio desde cero, rondando los 130 millones de dólares.
La propuesta, ya presentada a la directiva del club, incluye también la adición de tres anillos de palcos VIP, ofreciendo un total de 440 lugares. La ejecución del proyecto estaría a cargo de un equipo de ingenieros norteamericanos, destacando la experiencia internacional del arquitecto Vidal en proyectos de gran escala.
Dato curioso: La idea de un estadio con “piel inteligente” que reacciona a la emoción de los espectadores es una innovación que podría situar a la Bombonera entre los recintos deportivos más avanzados tecnológicamente del mundo. La capacidad de un estadio para “latir” con su afición no solo sería un espectáculo visual único, sino también un símbolo poderoso de la conexión entre un equipo y sus seguidores, reforzando la mística de uno de los clubes más emblemáticos del fútbol argentino.