En su último trabajo, el maestro del terror estadounidense prescinde de eventos paranormales y criaturas sobrenaturales para contar una espeluznante historia de villanos comunes y corrientes con un pie en la realidad.
Holly, la nueva novela del maestro del terror estadounidense Stephen King, llega a las librerías españolas hoy, jueves 21 de septiembre, día en la que el autor de libros como It, El resplandor, Misery, Carrie y Cementerio de animalescumple 76 años, según ha informado la editorial Plaza & Janés. Pero tanto en Argentina como en el resto de Latinoamérica, los fanáticos de King deberán esperar hasta el 1 de octubre para poder leer su último trabajo.
Esta novela recupera el personaje de Holly Gibney, la detective privada que ha aparecido en anteriores obras de King como Mr. Mercedes, y que, por primera vez, protagonizará un título en solitario. La historia comienza cuando Holly asiste al funeral de su madre, en donde una una mujer desconocida la llama con un pedido desesperado de ayuda: necesita encontrar a su hija desaparecida.
La joven se esfumó de la avenida Red Bank, un tramo abandonado repleto de descampados y fábricas y almacenes vacíos. En la cima de la colina en la que termina la avenida, en las antípodas de ese territorio desolado, los profesores jubilados Emily y Rodney Harris viven en una exclusiva zona de costosas casas victorianas que, con sus “montones de adornos de pan de jengibre”, parecen sacadas de un cuento de hadas más que de una novela de terror.
Los Harris son miembros respetados de la comunidad universitaria pero, como King supo demostrar en varios de sus mejores libros, el horror no siempre depende de monstruos, fantasmas o criaturas sobrenaturales. A veces, los villanos son las personas más comunes y corrientes. Y ese es el caso de los Harris, ya que detrás de su fachada de educación y profesionalismo, nadie sospecharía que, en su casa, tienen una jaula en el sótano.
Pero Holly no es la típica novela de detectives en la que el lector deberá resolver el misterio y adivinar quién es el asesino. Desde el comienzo, King construye la historia a partir de flashbacks de una serie de secuestros que comenzaron en 2012 y que fueron perpetrados por los Harris. Así, el lector sabe casi de entrada mucho más que la protagonista.
Por ejemplo, hay una escena en la que Emily Harris, catedrática emérita de inglés, discute de literatura con un joven poeta negro mientras murmura en privado insultos racistas para sí misma. Emili “cree que Donald Trump es un grosero, pero también un hechicero; con una magia abracadabra que no entiende (pero que en el fondo envidia) ha convertido a la apática clase media de Estados Unidos en revolucionarios”.
“Lo que los profesores hacen a sus víctimas es la cruda expresión de una sociedad que se desgarra a sí misma. Sus crímenes resultan extrañamente creíbles frente a las escabrosas y caricaturescas tensiones de miedo y división que los rodean”, escribió el crítico literario Flynn Berry en su reseña para The New York Times.
En Holly, King prescinde de cualquier evento paranormal o criatura sobrenatural y extrae el terror no solo de las cosas cotidianas del día a día, sino que se inspira en la actualidad estadounidense (el ascenso de la ultraderecha, la pandemia, la controversial figura de Trump, de quien King siempre fue tan crítico) para demostrar una vez más que la vida puede ser más aterradora que cualquier ficción.
Fuente: Infobae