El 30 de marzo de 1994 quedará grabado en la memoria de los fanáticos del fútbol como el día en que la Asociación Rosarina de Fútbol oficializó la ficha de un joven talento que cambiaría el curso de la historia deportiva: Lionel Andrés Messi. Este paso marcó el inicio de una trayectoria legendaria que llevaría al astro argentino a conquistar el mundo del fútbol y convertirse en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
El documento, publicado por la ARF, registró el ingreso de Messi a las infantiles de Newell’s Old Boys de Rosario. Avalado por sus padres, Jorge y Celia Cuccittini, Messi se unió al club de su barrio, Abanderado Grandoli, siguiendo los pasos de sus hermanos mayores, Rodrigo y Matías. La fotografía carnet, el sello azul con la fecha del 30 de marzo de 1994 y la firma de Messi, junto con la del entonces presidente leproso, Walther Cattáneo, se convirtieron en un documento invaluable para la historia del deporte.
El debut de Messi en las canchas con la camiseta rojinegra no tardaría en llegar, y con él, el comienzo de una leyenda. En su primer partido, Messi marcó cuatro goles en una victoria aplastante por 6-0 sobre Pablo VI, captando la atención de todos con su talento excepcional. Durante el año 1994, Messi anotó 40 goles en 29 partidos, estableciendo su reputación como un goleador imparable desde una edad temprana.
Según las estadísticas proporcionadas por la ARF, Messi disputó un total de 176 partidos y marcó 234 goles con la camiseta de Newell’s, conquistando múltiples títulos a lo largo de su estadía en el club. Su temporada récord fue en 1999, cuando anotó 55 goles con un promedio de casi dos por partido. Durante seis temporadas en las ligas infantiles de Rosario, el equipo de Messi ganó 155 partidos, empató 17 y perdió solo 6.
Sin embargo, a pesar de su brillantez en el campo, Messi enfrentó dificultades fuera de él. En 2000, el club informó a Messi y su familia que no podían hacerse cargo del tratamiento hormonal que necesitaba. Esto llevó a una búsqueda desesperada para asegurar el futuro futbolístico de Messi, que finalmente lo llevó a Barcelona.
Tras una serie de pruebas en Argentina y la posibilidad de unirse a River Plate, Messi y su familia decidieron apostar por el Barcelona. Aunque su partida de Newell’s no fue fácil, Messi finalmente encontró su camino hacia La Masía, donde comenzaría su ascenso meteórico hacia la fama mundial.
A partir de entonces, Messi escribiría su historia de grandeza, convirtiéndose en un ícono del fútbol mundial y dejando un legado imborrable en el deporte. A 30 años de aquel día histórico en Newell’s, Messi continúa deslumbrando al mundo con su talento inigualable, demostrando que su leyenda está lejos de terminar.