El músculo, nuevo protagonista de la salud: por qué el entrenamiento de fuerza es clave para vivir más y mejor

Lo que antes era territorio exclusivo de fisicoculturistas y fanáticos del gimnasio, hoy se transforma en una recomendación médica: el entrenamiento de fuerza es fundamental para la salud integral. Así lo sostiene Eneko Baz, especialista en ciencia del ejercicio, quien en el podcast Tengo un Plan dejó una definición tajante: “Entrenar fuerza no es solo para verte bien, es para poder vivir bien”.

🧠 Según Baz, el músculo no es solo un motor del movimiento, sino un órgano activo que regula hormonas, protege huesos, mejora el metabolismo y previene lesiones. Al contraerse, los músculos liberan sustancias que actúan como mensajeros químicos, impactando desde la salud cognitiva hasta el sistema inmune.

👟 Pero no todo movimiento es entrenamiento de fuerza. Baz aclara que correr o caminar activa los músculos, sí, pero no genera las adaptaciones profundas que logra un programa de fuerza: mejor coordinación neuromuscular, mayor potencia, y músculos más funcionales.

👵 Esta diferencia es vital con el paso del tiempo. La sarcopenia, esa pérdida progresiva de masa muscular en adultos mayores, es una amenaza directa a la independencia y la calidad de vida. Fortalecer el cuerpo es prevenir caídas, fracturas y hospitalizaciones.

🧬 Además, el músculo actúa como reserva energética, regula el azúcar en sangre y mejora la sensibilidad a la insulina. Su impacto en la longevidad es tan alto que ya se lo considera un biomarcador de envejecimiento saludable.

💃 En mujeres, esto cobra aún más valor. La caída de estrógenos con la edad debilita los músculos y huesos, pero el entrenamiento de fuerza mitiga ese efecto y devuelve funcionalidad, sin necesidad de buscar una estética extrema ni cuerpos hipermusculados.

🧘‍♂️ “No hace falta volverse Hulk”, aclara Baz. Ganar masa muscular visible lleva años, esfuerzo sostenido y alimentación específica. La mayoría de la gente ni siquiera corre ese riesgo: los beneficios aparecen mucho antes, en cosas tan simples como subir escaleras sin agitarse o cargar las bolsas del súper sin lastimarse.

🔬 ¿Y cómo ocurre el cambio? Todo comienza con un impulso eléctrico del cerebro que ordena la contracción muscular. Esa señal pone en marcha proteínas como la actina y la miosina, que hacen que las fibras se engrosen (hipertrofia). Aunque existen teorías sobre la “creación de nuevas fibras” (hiperplasia), Baz aclara que eso no está comprobado en humanos.

📉 También desmonta un mito clásico: “más músculo no siempre significa más fuerza”. Podés volverte más fuerte sin crecer visiblemente. Esto ocurre porque el sistema nervioso aprende a usar los músculos de forma más eficiente.

📊 Pero todo tiene un límite. Para levantar más peso o rendir mejor, eventualmente necesitás más masa muscular. Así funciona tanto en atletas olímpicos como en personas mayores que solo buscan mantenerse ágiles y saludables.

❤️ En definitiva, el entrenamiento de fuerza no es una moda, es medicina preventiva. Y cuanto antes se empiece, mejor.


🧐 Curiosidad útil: ¿Sabías que a partir de los 30 años perdemos entre un 3% y un 8% de masa muscular por década si no entrenamos fuerza? Esta pérdida se acelera aún más después de los 60, lo que hace que empezar hoy sea un regalo para tu yo del futuro.