Un pulpo bípedo aparece en Indonesia: camina fuera del agua y carga cosas como si fuera al trabajo

, un nuevo video grabado por biólogos en Indonesia muestra algo aún más insólito: un pulpo que camina sobre dos tentáculos, como si fuera un jubilado apurado cruzando la avenida, mientras usa el resto de sus brazos para cargar conchas marinas y algas decorativas.

Sí. Un pulpo. Caminando. Y multitasking.

El protagonista del hallazgo es un ejemplar de Abdopus aculeatus, una especie conocida por su comportamiento poco ortodoxo. Pero lo que sorprendió al equipo del Instituto de Biología Marina de Yakarta no fue solo el desplazamiento, sino la lógica casi humana con la que lo hacía: dos “piernas”, columna ligeramente erguida, paso ágil y objetos en la mano (perdón, en el brazo).

“Era como ver a alguien que llega tarde al trabajo pero igual no quiere perder la compostura”, comentó entre risas la investigadora principal, Dra. Nuria Setiawan.

El video se volvió viral en cuestión de horas. Usuarios lo apodaron “Octopus Prime”, “el pulpo gerente” o, simplemente, “mi yo de los lunes”. Algunos llegaron a compararlo con ciertos políticos locales: “muchos brazos, mucho movimiento… y nadie sabe bien adónde va”.

🧠 ¿Qué significa esto?

Más allá del chiste, el comportamiento es biológicamente fascinante. Según los expertos, esta forma de locomoción es una estrategia de camuflaje y defensa. Al imitar la postura de un animal más grande (como un crustáceo o incluso un depredador), el pulpo confunde a sus enemigos y gana tiempo para huir.

Pero hay quienes creen que esto no es solo adaptación: es el comienzo de una inteligencia física superior, una especie de proto-evolución hacia la bipedestación marina. Si el delfín es el filósofo del océano, este pulpo bien podría ser su burócrata ambicioso.

🌊 Reflexión al aire

¿Qué pasaría si estos comportamientos se hacen más comunes?
¿Podemos seguir considerando que los humanos somos la única especie “avanzada”, si ya hay moluscos caminando como nosotros y resolviendo problemas con ocho brazos y cero vértebras?

Más inquietante aún: ¿y si no vienen a reemplazarnos… sino a darnos clases?