El joven argentino que busca tesoros ocultos en las playas de Brasil con su detector de metales

🔊 Cada mañana, antes de que la ciudad despierte, Aron Guyot camina con auriculares puestos y un detector de metales en mano por las playas de Praia Grande, en São Paulo. Tiene 21 años, nació en Rosario, y lo que comenzó como un pasatiempo con su papá se convirtió en su estilo de vida.

💍 Hoy, Aron vive de lo que otros pierden: ha desenterrado anillos de oro, medallas de 18 quilates, dijes de Tiffany & Co, monedas antiguas, relojes y hasta una bala de grueso calibre. “Con un anillo de oro, podés vivir toda una semana”, resume con naturalidad quien lleva acumulados casi medio millón de seguidores en redes bajo el nombre de @arondetecta.

📽️ Lo suyo no es solo buscar metales: también graba, edita y comparte sus hallazgos en TikTok, YouTube e Instagram, con videos que combinan suspenso, historia y comunidad. A veces, incluso, ayuda a devolver objetos perdidos, como alianzas de compromiso o cadenitas familiares. “Sé lo que se siente perder algo con valor sentimental, por eso trato de ayudar”, explica.

🌊 Su método es claro: salir cuando baja la marea, elegir zonas muy concurridas y prestar atención al sonido. “El oro suena distinto”, dice, y agrega que su detector le indica con precisión si se trata de plata, acero o metales más nobles.

🌍 Aunque nació en Rosario y vivió un tiempo en Mendoza, desde que se mudó a Brasil, Aron lleva una vida nómada. Alquila por mes y va siguiendo las playas más populares. “Donde pinte, donde me reciban”, cuenta entre risas.

⚙️ En Argentina, donde el detectorismo no es tan común, exploró campos históricos como el de la batalla de Pavón y embalses mendocinos. Pero en Brasil, dice, la actividad es masiva: “Salís una noche y hay ocho o nueve personas detectando. Y muchas veces te volvés con varios anillos”.

🚮 Además de buscar “tesoros”, Aron se toma el tiempo de retirar clavos, chapitas oxidadas y otros objetos punzantes que podrían herir a los turistas. “Es mi forma de aportar también”, afirma.

🪙 El hallazgo más insólito no fue oro, sino una bala de cinco centímetros. “Eso es más valioso para mí, porque tiene una historia”, aseguró convencido de que la marea la arrastró hasta allí.

🎮 Durante la pandemia, comenzó a hablar con su comunidad en Twitch, y recién en 2024 se animó a filmar sus salidas con el detector. “Me daba vergüenza. No hay muchos chicos de mi edad que hagan esto. Pero ahora me encanta compartirlo”.


🧲 Curiosidad enterrada: en Brasil, el detectorismo no solo es legal, sino que hay clubes de aficionados que organizan competencias para ver quién encuentra más objetos valiosos en una noche. En algunos torneos se han llegado a encontrar hasta 30 anillos en un solo evento.