En medio de tensiones tecnológicas y económicas entre Estados Unidos y China, científicos del Instituto de Tecnología de Harbin han logrado un avance clave: el desarrollo de una fuente de luz para litografía ultravioleta extrema (EUV) mediante un enfoque único y eficiente. Este progreso marca un hito en la capacidad de China para producir chips semiconductores avanzados, una industria históricamente dominada por empresas occidentales como ASML.
Innovación en litografía EUV: una respuesta estratégica
El proyecto, liderado por el profesor Zhao Yongpeng, emplea una tecnología más compacta y económica que los métodos tradicionales utilizados en Occidente. La litografía EUV es crucial en la fabricación de chips más pequeños y avanzados, y las sanciones de Estados Unidos han restringido el acceso de China a estas máquinas de última generación. Este desarrollo subraya el esfuerzo de Pekín por superar las restricciones tecnológicas impuestas por Washington.
Tensiones tecnológicas entre potencias
El avance llega en un contexto de crecientes restricciones. Recientemente, Estados Unidos amplió su lista negra para incluir a más de 140 empresas chinas, afectando sectores clave como la inteligencia artificial, energías renovables y armamento militar. Empresas como Tencent y CATL han enfrentado impactos significativos, con caídas en sus valores bursátiles tras ser designadas por el Pentágono como vinculadas al Ejército Popular de Liberación de China.
Por su parte, CATL, un proveedor esencial de baterías para Tesla, niega vínculos militares, pero su inclusión en la lista negra resalta los intentos de Estados Unidos de frenar el liderazgo tecnológico de China en sectores estratégicos.
China contraataca con restricciones a minerales críticos
En diciembre de 2024, China prohibió la exportación de minerales esenciales como galio, germanio y antimonio a Estados Unidos, impactando los precios globales y acentuando la dependencia de Occidente de estas materias primas. Estos minerales son fundamentales para la fabricación de chips, tecnologías infrarrojas y dispositivos avanzados, lo que convierte esta medida en un movimiento estratégico de presión.
Además, Pekín ha insinuado que podría extender estas restricciones a otros materiales críticos como níquel y cobalto, esenciales para baterías y tecnologías de energías renovables.
¿Un futuro de colaboración o más tensiones?
Aunque China ha demostrado su capacidad de avanzar tecnológicamente pese a las sanciones, también ha expresado su disposición para buscar un ambiente de cooperación global más equilibrado. Según el South China Morning Post, el desarrollo de tecnologías como la fuente de luz EUV no solo refuerza la independencia tecnológica de China, sino que también subraya la necesidad de evitar mayores interrupciones en las cadenas de suministro globales.
Este avance representa un mensaje claro: mientras Estados Unidos refuerza sus restricciones, China sigue apostando por la innovación y las represalias estratégicas para mantener su posición en la competencia tecnológica global.