Puede que Florida sea el destino favorito de muchos dentro de Estados Unidos, orientados principalmente por su clima cálido la mayor parte del año, pero no escapa a los eventos meteorológicos que muchas veces ponen en jaque la calidad de vida de sus residentes. Entre el 1° de junio y el 30 de noviembre de cada año, la temporada de huracanes en el océano Atlántico mantiene alerta a las autoridades del estado. Recientemente, se reveló un nuevo plan para proteger las costas de Miami-Dade en caso de tormentas y que depende de un presupuesto de millones de dólares por parte del gobierno federal.
Este año, el condado decidió avanzar con una estrategia para estar preparados para las tormentas, basado en un estudio del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, según consignó El Nuevo Herald. No es la primera vez que Miami-Dade intenta esto. La propuesta inicial se presentó en 2018, pero luego de tres años, se rechazó el plan que incluía un aporte de casi 5000 millones de dólares del gobierno federal en un esfuerzo por mantener la costa a salvo de las marejadas ciclónicas y que incluía altos muros que los habitantes rechazarían, porque no eran agradables a la vista.
Cinco años después, el Cuerpo de Ingenieros y el condado trabajaron juntos y celebraron varias reuniones públicas para escuchar a los residentes. El viernes pasado se anunció el resultado tras la suma de ideas que ofrecieron los ingenieros, acompañadas de una propuesta viable para Miami-Dade.
En ese sentido, se discutieron ideas que ya habían sido presentadas en la primera oportunidad y que incluían elevar las viviendas de toda la costa, añadir protección especial contra inundaciones en empresas y lugares importantes como hospitales y estaciones de bomberos, además de la plantación de manglares y otras soluciones en pro de la naturaleza.
De esa manera, se tratará de la combinación de estructuras físicas, así como también naturales, para proteger al condado de las condiciones climatológicas severas en las costas. “Lo que esto hace es prepararnos para esta eventualidad que sabemos que viene”, expresó Daniella Levine Cava, alcaldesa de Miami-Dade, que agregó que se trataba de un enfoque “innovador y moderno”.
De acuerdo con El Nuevo Herald, esta decisión marcaría el punto de partida de otro estudio de cuatro años y que costará siete millones de dólares que concluirá con un plan específico para proteger las costas de Miami-Dade. Si bien el borrador de la propuesta tardaría años en llegar, estaría abierta a comentarios por parte de los residentes.
Se estima que entre la aprobación y la construcción de las estructuras, los verdaderos cambios en el condado se noten dentro de al menos una década.
Por el momento, el cambio más importante entre la primera versión del estudio y la actual se centra en la propuesta de soluciones basadas en la naturaleza, como los arrecifes de coral y los manglares, así como en la elevación y protección de edificios individuales, en lugar de la construcción de estructuras de mayor envergadura, como los muros.
LA NACION