La influencia de la inteligencia artificial en diversos aspectos de la vida de las personas es un hecho irrefutable. Cada vez más de estos software están son utilizados por profesionales para hacer su trabajo mucho más fácil. Sin embargo, el pronóstico para el estado de la empleabilidad en el futuro no es alentador, según algunos expertos.
En el evento “8vo Día: ¿Cómo transformará la IA la vida humana?”, organizado por la Universidad Tecnológica Nacional, en Buenos Aires (Argentina), se presentó Naum Kliksberg, psicólogo y sociólogo experto en inteligencia artificial, para hablar sobre cómo este tipo de programas podría impactar en la forma en la que los humanos trabajan y generan riqueza. Según él, los temores de muchos trabajadores se harán realidad: las IA reemplazarán a las personas.
Kliksberg indicó que la inclusión de la inteligencia artificial en el mundo laboral tendrá dos consecuencias, una positiva y otra negativa: La primera sería que la producción aumentaría de una forma que no se había visto antes, mientras que la segunda sería que “sustituirá del 50% al 80% de la población mundial en sus puestos de trabajo”. Solo en Argentina, este número llegaría al 65%
Este proceso de sustitución de los trabajadores no se producirá de forma inmediata. Sin embargo, desde el año 2013, cuando la Universidad de Oxford hizo un estudio sobre la tecnología en el empleo, se determinó que en los próximos 20 años (hasta el 2033), los avances en este campo afectarían cómo los humanos trabajan.
El proceso para el reemplazo de la fuerza de trabajo por máquinas y software ya superó una primera etapa en la que la tecnología se encontraba posicionándose porque no existían sistemas perfeccionados. Kliksberg aseguró que en este momento la humanidad se encuentra en una segunda etapa.
“En los últimos meses se ha presentado la inteligencia artificial de muy alto rendimiento (…) que van a acelerar el proceso de sustitución de trabajos (…) los avances tecnológicos van a ocurrir aceleradamente y van a producir más aceleración en la sustitución de trabajos” aseguró el experto. “Será inevitable que la cantidad de pobres crezca al igual que la desocupación y los salarios”, argumentó.
Soluciones que no funcionan
Para Kliksberg, que consideró posibles soluciones al problema como “subsidiar a más desocupados, crear programas de apoyo a los necesitados, bajar los sueldos, disminuir los días de trabajo o confiar en que la dinámica del mercado genere nuevos trabajos”, ninguna de ellas funcionaría porque no hay una garantía de que los nuevos empleos requieran de que personas realicen estas actividades en lugar de la inteligencia artificial.
Es por ello que, al menos para mantener la estabilidad de la economía, que podría verse afectada por un eventual aumento en la cantidad de desempleados y en la pobreza, el psicólogo dijo que se podría establecer un ingreso básico para los ciudadanos, una idea que asegura que ha recibido apoyo de diversas figuras políticas.