En un mensaje sorpresivo a la nación este jueves por la noche, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que Rusia lanzó un nuevo misil balístico de alcance intermedio en su reciente ataque contra Ucrania. Según el mandatario, el conflicto iniciado en febrero de 2022 ha evolucionado hacia lo que denominó un “conflicto global” tras el uso de armamento de largo alcance por parte de Kiev.
Putin explicó que las regiones rusas de Briansk y Kursk fueron impactadas por proyectiles occidentales suministrados a Ucrania. “El 19 de noviembre, seis misiles ATACMS, y el 21 de noviembre, misiles Storm Shadow, alcanzaron instalaciones en estas regiones”, detalló. Pese a estos ataques, el presidente ruso sostuvo que las armas de Estados Unidos y Reino Unido utilizadas por Kiev no lograron sus objetivos estratégicos.
UNA GUERRA EN ESCALADA
Con este nuevo ataque y las afirmaciones de Putin, se refuerza la percepción de que el conflicto en Europa del Este está entrando en una fase más peligrosa y compleja. Para el Kremlin, los recientes ataques desde Ucrania y el involucramiento activo de armamento occidental han modificado el panorama del enfrentamiento.
El lanzamiento del nuevo misil balístico fue presentado por Putin como una respuesta a los ataques ucranianos, marcando un paso más en la escalada armamentista. Sin embargo, expertos internacionales advierten que las declaraciones sobre un “carácter global” del conflicto podrían ser un intento de justificar futuras acciones de mayor envergadura por parte de Rusia.
UNA GUERRA CON HISTORIAS QUE REPITEN
Curiosamente, esta escalada recuerda episodios de la Guerra Fría, cuando la proliferación de armamento balístico marcaba tensiones internacionales. Ahora, más de 30 años después, el uso de misiles vuelve a ser un símbolo de poder y amenaza, en un escenario que muchos temen pueda derivar en un conflicto de mayores dimensiones.