Carmen Jiménez, una vecina de Madrid, mantuvo durante 28 años una mentira increíble: les hizo creer a sus amigos y familiares que había perdido la vista a causa de una lesión ocular. Sin embargo, ahora, a sus 57 años, la verdad salió a la luz: nunca estuvo ciega, sino que fingió la discapacidad para evitar los saludos y compromisos sociales.
“Siempre me ha costado socializar, y hacerme pasar por ciega me ayudó a esquivar muchas interacciones incómodas”, confesó Carmen al conocerse el engaño.
Su familia quedó impactada por la revelación. “Fue un golpe muy duro para todos, pero seguimos apoyándola”, expresó su esposo, quien además admitió que había sospechas: “A veces la veíamos mirar de reojo la televisión y siempre llevaba el maquillaje impecable”.
Más allá del asombro de sus allegados, Carmen ahora enfrenta un problema legal, ya que durante todos estos años recibió asistencia económica y ayudas personales de diferentes organizaciones, lo que podría traerle serias consecuencias ante la Justicia.