Una bailarina fue al Mundial, se quedó sin un peso y está en un limbo: “No me conviene volver a Buenos Aires”

Melisa Contreras dejó el país a fines de julio, impulsada por un objetivo que indirectamente también incluye a su familia. La mujer de 33 años, bailarina de profesión, viajó a Italia con el propósito de encontrar una partida de nacimiento que le permitiese obtener la ciudadanía de aquel país.

Cuando arribó a Europa le respondieron que los papeles de su bisabuela permanecían en un archivo histórico, manejado por una señora italiana que se encontraba de vacaciones y recién volvería al mes. “Primero estuve por Italia buscando la partida. Fui a todas las comunas hasta que me dieron ese dato. Después de un mes conocí a esa señora, pero me comentó que la partida allí no estaba”, contó Melisa a TN.

Vivía desde hacía ocho años en un monoambiente de su propiedad en el barrio porteño de Recoleta. Antes de emprender su travesía decidió venderlo e invertir el dinero en otro departamento ubicado en Pilar. Melisa viajó a Europa con ahorros, pero sin demasiado margen para grandes lujos ni experiencias extravagantes más allá de lo previsto.

El problema es que al no encontrar esa partida su regreso a Buenos Aires se demoró más de lo planeado. “Me fui a Francia, Países Bajos, Grecia, España, Alemania y Turquía. Me hospedaba en casas de amigos o conocidos. Comía poco”, recordó.

Luego de varias recomendaciones y sugerencias de búsqueda, logró encontrar el documento en Internet. “Para ese entonces llevaba un viaje muy gasolero. Me fui moviendo entre países sabiendo que iba a tener un lugar en donde dormir y comer. Todo cambió en Turquía”, reveló.

De tramitar la ciudadanía a ver los siete partidos de la Selección Argentina en Qatar

En Estambul se dio cuenta de que estaba cerca, temporal y geográficamente, del Mundial de Qatar. “¿Cómo no iba a aprovechar la oportunidad de ir a Doha estando ahí? El último Mundial de Messi… Empecé a imaginarlo y de repente no me lo quería perder”, sostuvo Melisa.

Fui una de las primeras argentinas en llegar a Qatar. Saqué la Hayya el viernes 11 de noviembre y el lunes 14 la tenía aprobada. Ese día me tomé un avión. Me acuerdo que al día siguiente hubo un banderazo y éramos cuatro gatos locos en lugar”, relató.

Si bien contaba con un resto de dinero, el impulso definitivo se lo dio un amigo, que tras una llamada le aseguró que contaba con un departamento vacío, sin muebles ni electrodomésticos, en el que podía quedarse por tiempo indefinido.

“En Francia e Italia había trabajado en la calle, a la gorra, con unas boleadoras haciendo malambo. En Turquía me robaron la valija en la que tenía todo eso. Pensaba hacer lo mismo en Doha, pero me quedé sin esos materiales para bailar”, indicó.

Los primeros 20 días del Mundial vivió sola en ese sitio. Si bien disfrutó cada partido de la fase de grupos y las posteriores clasificaciones de Argentina, la soledad comenzó a jugarle una mala pasada. “Un mediodía salí al balcón y vi a una familia comiendo un asado. Ese día me puse a llorar”, rememoró.

Para ingresar a los estadios, además de utilizar sus ahorros, debió apostar a las relaciones y los vínculos que iba forjando mientras la competencia avanzaba: “Un amigo me regaló la entrada para Argentina-México. Después conocí un estadounidense que me vendió, a precio oficial, la de Argentina-Polonia. Estuve en cada grupo de WhatsApp que se formaba para no perderme nada de lo que pasaba”, contó.

Aseguró que llegó a “comer una vez por día” y que aceptó trabajar en una de las fiestas más concurridas de Qatar para aliviar el bolsillo durante algunos días. “Con esa plata también compré una de las últimas entradas”, reconoció.

A pocos días de que finalizara el Mundial, Melisa recibió una inesperada noticia: debía dejar el departamento y buscarse un nuevo hogar. “Literalmente no tenía dónde dormir. Había conocido unos chicos en la cancha, hinchas de Huracán, que pensaban que yo era la nieta de Tula, porque estuve todo un partido al lado de él. Un día uno de ellos me encontró llorando y les dije que estaba sin hospedaje, así que me bancaron unos días hasta conseguir un nuevo lugar”, continuó.

“Extraño mucho, pero no me conviene volver a Buenos Aires”

Melisa permanece viviendo en Doha desde hace 45 días. Es una de las hinchas sobrevivientes de un Mundial que finalizó hace más de una semana y media y que prácticamente no cuenta con hinchas que hayan viajado hasta allí para alentar a alguna Selección.

“Estoy viviendo en otra casa prestada, esperando que bajen los precios de los pasajes para volver a Italia y culminar con el trámite de la ciudadanía. Extraño mucho, pero no me conviene volver a Buenos Aires porque después no me va a alcanzar para regresar a Europa”, explicó.

Fuente: TN