Durante una excavación arqueológica en el Monte Sión, en Israel, un equipo internacional de expertos descubrió un fragmento de una antigua jarra de arcilla con una sorpresa felina: la huella de una pata de gato. Este hallazgo, fechado entre los siglos VIII y XIII, es la primera evidencia arqueológica de la popular costumbre de los gatos de “amasar” superficies blandas, una señal de bienestar y satisfacción que muchos dueños de gatos reconocen.

☀️ Según los arqueólogos, el incidente ocurrió mientras la jarra, fabricada durante la dinastía abasí, secaba al sol. Un gato probablemente aprovechó el calor del sol para echarse sobre la pieza y dejó su marca en la arcilla fresca. Las huellas son profundas, con las marcas de las garras bien definidas, lo que sugiere que el felino no solo caminó sobre el utensilio, sino que lo presionó con sus patas, posiblemente en un acto de comodidad y placer, conocido como el hábito de “hacer galletas”.
📜 El profesor Shimon Gibson, de la Universidad de Carolina del Norte, explicó que el gato podría haber estado tumbado en el borde de la jarra, ronroneando bajo el sol de Jerusalén. También sugirió que el felino pudo haberse deslizado y arañado la jarra en un intento de sujetarse, o tal vez saltó de vasija en vasija en busca de un lugar cómodo.
🐾 Este hallazgo tiene un significado cultural adicional, ya que los gatos eran muy valorados en la cultura islámica de la época. Se dice que el profeta Mahoma sentía una gran afición por los gatos, y se los menciona en textos islámicos antiguos, como la literatura hadiz.
🔍 Curiosidad felina: ¿Sabías que los gatos “amasan” no solo por placer, sino porque es un comportamiento instintivo? Los gatitos lo hacen sobre la panza de su madre para estimular la producción de leche, y continúan esta acción en la adultez cuando se sienten seguros o tranquilos.