Un nuevo estudio internacional, publicado en Communications Earth & Environment y difundido por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria (ISTA), trazó un escenario preocupante para los Andes del Sur: la capacidad de los glaciares de amortiguar megasequías podría desplomarse hacia finales del siglo XXI.
La región central de Chile y el oeste argentino —dependientes del agua de deshielo para consumo, agricultura y ecosistemas— enfrenta un panorama hídrico crítico si el retroceso glaciar continúa al ritmo actual.
🏔️ Hoy: “torres de agua” esenciales para la región
Los glaciares del sur andino funcionan actualmente como auténticos reguladores hídricos.
El estudio revela que:
- El deshielo aporta cerca del 15% del caudal anual de los ríos de la zona.
- En verano, esa cifra puede superar el 50% según la altitud de cada cuenca.
Durante la megasequía iniciada en 2010 —una de las más severas de Sudamérica— los glaciares perdieron cerca del 10% de su volumen, pero sostuvieron el caudal porque el derretimiento aumentó un 118%, un esfuerzo que permitió “comprar tiempo” al costo de su propia masa.
🌧️ Una megasequía sin precedentes ni modelos que la predijeran
Entre los 30°S y 40°S, el déficit de precipitaciones llegó al 25%-45%, desencadenando:
- caudales reducidos,
- lagos descendidos,
- suelos más secos,
- incendios forestales,
- alteración del balance glaciar.
La investigadora Francesca Pellicciotti fue contundente:
“La megasequía chilena nunca apareció en ningún modelo climático. Tenía probabilidades ridículas… y aun así ocurrió.”
🔬 Simulaciones para el futuro: el panorama hacia 2100
El equipo analizó los 100 glaciares más grandes de los Andes del Sur bajo escenarios futuros. Los resultados son drásticos:
Bajo escenario de altas emisiones (RCP8.5)
- +4,7°C de aumento anual en la región.
- -78% de volumen glaciar respecto al año 2000.
Bajo un escenario moderado (RCP2.6)
- La pérdida de volumen alcanzaría igualmente el 55%.
Además, durante futuras megasequías:
- el caudal anual del deshielo caería 10%-20%,
- en verano, la reducción podría llegar al 48%,
- el aporte en temporada seca podría reducirse a la mitad.
🧨 Glaciares pequeños: los más vulnerables
Los glaciares de menor tamaño podrían desaparecer por completo hacia fines de siglo, lo que afectaría:
- ecosistemas de montaña,
- seguridad hídrica,
- agricultura,
- generación de energía,
- biodiversidad ligada al régimen de deshielo.
Ayala advirtió:
“Una megasequía ‘Chile 2.0’ sería un golpe muy duro para los ecosistemas.”
🚰 Consecuencias sociales y urgencia de políticas de adaptación
La investigación enfatiza que las comunidades del corredor andino dependen cada vez más del agua de deshielo, por lo que la disminución del aporte glaciar elevará la vulnerabilidad frente a sequías más largas y frecuentes.
Los autores recomiendan:
- políticas públicas adaptativas,
- modelos de gestión hídrica más flexibles,
- cooperación internacional entre regiones afectadas,
- planes que contemplen la eventual desaparición del “colchón glaciar”.
Pellicciotti subrayó que los modelos climáticos siguen subestimando la probabilidad de megasequías, pese a que estas ya son una realidad.
