Un reciente estudio científico reveló un fascinante descubrimiento: un vasto fondo marino, que existió cuando los primeros dinosaurios caminaban sobre la Tierra, se ha mantenido atrapado en el manto terrestre por más de 120 millones de años. Este hallazgo, basado en un análisis sísmico profundo, permitió a los geólogos observar cómo esta antigua placa marina se hundió en el Océano Pacífico y permanece suspendida en una zona del manto a una profundidad que varía entre 410 y 660 kilómetros bajo la superficie.
Este descubrimiento no solo proporciona una nueva visión sobre los procesos que ocurren en las capas más profundas del planeta, sino que también explica la presencia de una brecha misteriosa entre dos secciones de la conocida gran provincia de baja velocidad de corte del Pacífico (LLSVP).
Los científicos afirman en el trabajo, publicado en línea el 27 de septiembre en Science Advances, que este manto, que cubre extensas áreas bajo el océano, alberga diversas anomalías geológicas internas y ha sido objeto de estudio durante décadas. Según los investigadores, “el manto inferior de la Tierra está dominado por dos amplias regiones de bajas velocidades de corte y exceso de densidad debajo del Pacífico y el Indoatlántico. Estas megaestructuras, conocidas como grandes provincias de baja velocidad de corte, se interpretan como reservorios de material primitivo o litosfera oceánica subducida.”
La historia detrás de la placa marina
El equipo de investigación, liderado por Jingchuan Wang, geólogo de la Universidad de Maryland, propuso que esta placa marina se subdujo hace aproximadamente 250 millones de años, durante el período Mesozoico. Este proceso ocurrió lentamente, con una placa tectónica deslizándose bajo otra hasta quedar atrapada en el manto. Según el análisis, la placa de Nazca, situada en el océano Pacífico frente a las costas de América del Sur, se desprendió de la superficie y quedó encapsulada en el manto.
Wang y sus colegas usaron mediciones de ondas sísmicas para detectar la presencia de esta placa fría y densa en el manto. Las ondas, al viajar a través de la masa, se ralentizan, lo que permitió a los investigadores identificar su estructura y baja temperatura. Esta zona no presenta actividad de subducción actualmente, lo que refuerza la teoría de que se trata de una antigua placa oceánica que ha permanecido hundida lentamente en el manto.
El estudio también arroja luz sobre la LLSVP, una megaestructura en el manto profundo del Pacífico, descubierta a través de imágenes tomográficas, que revela una región de bajas velocidades sísmicas y exceso de densidad. Se ha identificado una notable brecha estructural de unos 20 grados de ancho entre el Pacífico central y oriental, vinculada al hundimiento de esta antigua placa oceánica bajo la placa de Nazca.
Estructura compleja del manto
El manto terrestre, en esta región, presenta una serie de anomalías internas, sugiriendo que su estructura es más compleja de lo que se creía. Las imágenes sísmicas revelan límites bien definidos dentro de la LLSVP, y algunos científicos sugieren que estas megaestructuras podrían ser reservorios de material primitivo, mientras que otros creen que son el resultado de la subducción de litosfera oceánica a lo largo de millones de años.
Aunque la LLSVP ha sido estudiada ampliamente, los científicos aún no comprenden del todo su formación ni su rol en eventos superficiales como el vulcanismo. Se cree que estas áreas están rodeadas por “cementerios” de placas subducidas, restos de placas tectónicas antiguas que se hundieron en el manto, pero que no se integraron completamente en él, creando las anomalías sísmicas observadas.
El nuevo descubrimiento de Wang apoya esta teoría, ofreciendo una explicación sobre cómo una placa antigua pudo haber quedado atrapada en el manto bajo la LLSVP del Pacífico. El equipo sugiere que esta placa marina se deslizó entre las placas predecesoras de Nazca y Gondwana, dividiendo la LLSVP del Pacífico oriental.
Implicaciones del descubrimiento
Este hallazgo tiene implicaciones importantes para comprender los procesos tectónicos y geodinámicos. Los investigadores sostienen que la viscosidad del manto donde está atrapada la placa y su grosor podrían explicar por qué ha tardado tanto en hundirse completamente. Los estudios sugieren que las interacciones entre las losas subducidas y el material del manto profundo contribuyeron a la estabilidad de estas megaestructuras durante millones de años.
Además, esta investigación ofrece una nueva perspectiva sobre cómo los procesos profundos del manto terrestre podrían estar vinculados a fenómenos superficiales, como la subducción. En palabras de Wang, “nuestros hallazgos ayudan a vincular la historia tectónica de las placas de los últimos 250 millones de años con las estructuras actuales del manto, proporcionando pistas sobre el complejo pasado geológico de la Tierra”.
El descubrimiento de este antiguo fondo marino atrapado bajo el Océano Pacífico no solo ilumina la compleja estructura interna de la LLSVP, sino que también permite a los científicos entender mejor los procesos tectónicos que han moldeado el planeta durante millones de años.