Un asteroide podría chocar contra la Luna en 2032

Un asteroide que en sus inicios fue considerado una amenaza real para la Tierra ahora tiene otro blanco en su horizonte: la Luna. Se trata de 2024 YR4, un objeto de unos 67 metros de diámetro (el tamaño de un edificio de 12 pisos) que podría impactar el satélite natural de la Tierra en el año 2032.

🔭 Detectado por primera vez en diciembre de 2024, este asteroide fue seguido con atención por la comunidad científica debido a sus movimientos impredecibles. Las primeras proyecciones indicaban un riesgo superior al 3% de impacto con la Tierra. Sin embargo, con el tiempo y mejores datos, esa amenaza fue descartada.


🛰️ De la Tierra a la Luna: un cambio de destino

Gracias a observaciones desde telescopios en Chile, Hawái y más recientemente con el Telescopio Espacial James Webb, los científicos ajustaron las trayectorias. Así, la posibilidad de impacto con la Tierra se redujo al 0,001%, mientras que la probabilidad de colisión con la Luna aumentó al 4,3%.

Aunque parezca una cifra baja, es lo bastante significativa como para que la NASA y la ESA hayan puesto atención renovada sobre este objeto.


💥 ¿Qué pasaría si impacta la Luna?

Un choque de esta magnitud sería el mayor impacto lunar en los últimos 5.000 años, según el astrónomo Paul Wiegert. El cráter que se formaría podría alcanzar 1 kilómetro de diámetro y lanzaría millones de toneladas de escombros a la órbita lunar.

🪐 Algunos de esos fragmentos podrían caer hacia la Tierra, pero se desintegrarían en la atmósfera, generando una posible lluvia de meteoritos visible durante varios días.

“Una roca del tamaño de un centímetro que viaja a decenas de miles de metros por segundo es muy parecida a una bala”, explicó Wiegert.
“El espectáculo visual sería único.”


📡 ¿Y los satélites?

La preocupación real está en el riesgo para los satélites en órbita, que podrían verse afectados por los escombros. Si bien el impacto no alteraría la órbita lunar ni representaría un riesgo directo para la vida en la Tierra, sí podría complicar las comunicaciones, navegación y observación espacial durante algunos días o semanas.


🚀 Una oportunidad para la defensa planetaria

Este evento brinda una excelente oportunidad para probar los sistemas de defensa planetaria. Ya en 2022, la NASA demostró su capacidad para desviar un asteroide con la misión DART, que impactó exitosamente al pequeño asteroide Dimorphos.

El caso de 2024 YR4 permite a las agencias espaciales refinar sus modelos de predicción y preparación ante amenazas reales.


🌌 Más que una amenaza, una lección cósmica

Además de su valor estratégico, el estudio de este asteroide también ha brindado información sobre la dinámica del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, de donde proviene.

📅 En 2028, cuando el asteroide se acerque nuevamente a la Tierra, los telescopios espaciales y terrestres estarán preparados para observarlo con más detalle.


🤝 Cooperación global ante desafíos del espacio

La experiencia con 2024 YR4 refuerza la importancia de la colaboración internacional. NASA, ESA y otras agencias trabajan juntas para monitorear el cielo, compartir datos y diseñar respuestas coordinadas.

“Este asteroide nos recuerda que mirar al cielo no es solo una curiosidad científica. Es una necesidad estratégica”, afirman desde la comunidad astronómica.


🔭 Conclusión: una roca, muchas preguntas

Aunque no hay motivo de alarma, el seguimiento de 2024 YR4 es esencial. No solo por la posibilidad de un espectáculo celeste sin precedentes, sino porque representa un ensayo general para lo que podría ser, en el futuro, una amenaza real.

En este escenario, la ciencia no mira al cielo con miedo, sino con preparación.