La guerra en Ucrania parece acercarse a un desenlace que, aunque previsible, está cargado de tensiones y negociaciones críticas. Desde antes de la reciente elección de Donald Trump en Estados Unidos, los signos de desgaste en el conflicto ya eran evidentes: Ucrania enfrentaba problemas logísticos, con una disminución significativa de tropas capacitadas, mientras que una ofensiva fallida en el verano boreal y una incursión infructuosa en Kursk agravaron su situación.
A pesar de los esfuerzos bélicos, Ucrania nunca contó con los recursos suficientes para una invasión efectiva del territorio ruso, limitándose a resistir las ofensivas del Kremlin. Por su parte, Rusia intensificó sus ataques a la infraestructura energética ucraniana, en tanto que Ucrania obtuvo la autorización para ejecutar operaciones más agresivas con armamento avanzado en territorio ruso.
EL ESCENARIO ACTUAL: UNA GUERRA DE DESGASTE
Ambos bandos enfrentan un agotamiento significativo. Se estima que Rusia ha sufrido cerca de 700.000 bajas, mientras que Ucrania se encuentra con reservas limitadas de municiones y personal militar. Sin embargo, tanto Kiev como Moscú buscan asegurar posiciones estratégicas antes de llegar a la mesa de negociaciones.
Entre los puntos clave a debatir figuran:
- Integridad territorial: Ucrania buscará recuperar las zonas ocupadas, mientras Rusia podría exigir garantías sobre Crimea y el Donbás.
- Activos financieros congelados: Los cientos de miles de millones de dólares bloqueados por sanciones se convertirán en fichas cruciales para ambos bandos.
- Reparaciones y reconstrucción: Ucrania exigirá compensaciones, mientras Rusia podría plantear responsabilidades compartidas en áreas destruidas como Kursk.
- Adhesión a la OTAN y la UE: Ucrania insistirá en su ingreso, mientras Rusia buscará limitar la expansión de estas alianzas.
- Sanciones económicas: El levantamiento de sanciones es vital para Moscú, que anhela reingresar al sistema financiero y comercial global.
IMPACTO GLOBAL: LOS BRICS Y EL REACOMODO INTERNACIONAL
El conflicto también repercutirá en la dinámica de los BRICS. La propuesta rusa de una moneda común y un sistema financiero alternativo al dólar parece inviable sin un marco legal robusto y una autoridad monetaria unificada. Además, es probable que Rusia regrese a sus socios comerciales occidentales, dejando de lado las alianzas económicas circunstanciales que forjó en el bloque.
UNA OPORTUNIDAD PARA TRUMP
El expresidente Trump podría ser posicionado como un mediador clave en las negociaciones, tanto por Ucrania como por Rusia, en un intento de congraciarse con Washington y proyectar su liderazgo en el proceso de paz.
UN CONFLICTO CON LECCIONES HISTÓRICAS
La guerra en Ucrania, al margen de sus devastadoras consecuencias humanas y materiales, podría quedar en la historia como un recordatorio de las tensiones heredadas de la Guerra Fría y de las ambiciones frustradas de expansión europea. Sin embargo, el reto de reconstruir la confianza entre Oriente y Occidente será tan crucial como la propia reconstrucción de Ucrania.
Curiosidad final: La última vez que un conflicto internacional marcó un cambio tan significativo en la geopolítica fue con la disolución de la Unión Soviética en 1991, un evento que también dejó a Rusia en un delicado punto de reintegración con el mundo.