Tupperware Brands, una icónica marca de almacenamiento doméstico de la postguerra, enfrenta una crisis financiera significativa que la pone al borde de la quiebra. A pesar de su histórica relevancia global, la compañía ha reportado una caída constante en sus ventas y ha informado a los reguladores sobre la dificultad para presentar su informe anual debido a su “condición financiera desafiante”.
El modelo de negocio de ventas directas, que fue exitoso durante décadas, ha perdido fuerza en Estados Unidos, donde ahora solo representa una cuarta parte de su volumen total. Sin embargo, en mercados asiáticos como Indonesia, la marca ha encontrado éxito al conectarse con una creciente población femenina que busca ingresar al mercado laboral.
En contraste, en Estados Unidos, su principal mercado, Tupperware se prepara para declararse en quiebra esta misma semana, según Bloomberg, tras años de dificultades y esfuerzos por reactivar su negocio en medio de una demanda decreciente. Las acciones de la compañía cayeron un 57.5% este martes, llegando a USD 51, y registrando una pérdida del 98.8% desde su máximo histórico en enero de 2014.
Tupperware planea solicitar protección judicial después de incumplir los términos de su deuda y ha contratado asesores legales y financieros para manejar más de USD 700 millones en obligaciones. Competidores como OXO, Pyrex y Rubbermaid han capturado la atención de los consumidores con productos de diseño moderno y precios competitivos, mientras que las preferencias de los clientes se alejan de los productos de plástico texturizado y opaco que caracterizan a Tupperware.
El deterioro de la situación de la compañía es evidente, a pesar de sus intentos recientes por reinventarse mediante una mayor presencia en el mercado minorista y en línea. Sin embargo, estas iniciativas han llegado demasiado tarde, ya que los consumidores buscan opciones que combinen innovación, seguridad y precios más accesibles. Los productos más modernos de otras marcas no solo son percibidos como más seguros, especialmente debido a preocupaciones sobre los plásticos que contienen BPA, sino que también ofrecen una estética más atractiva.
En resumen, Tupperware se enfrenta a enormes dificultades para seguir siendo relevante en un mercado competitivo y en constante evolución, mientras los consumidores optan por alternativas más modernas y asequibles.