Los expertos advierten que el estrés es un discapacitante que puede afectar el desarrollo laboral, social y familiar. Afortunadamente, puedes controlarlo siguiendo estos consejos:
Evita las comidas rápidas
Cuando estamos estresados tendemos a comer apurados y elegir mal los alimentos de nuestra dieta. Debido a que los niveles de la hormona cortisol están elevados, las personas que sufren de estrés tienden a necesitar comidas altas en grasas, azucares y sales, cayendo en un círculo vicioso.
Conduce más despacio
Aunque el estrés es diferente en cada persona, muchos estudios coincidieron con que el tráfico es una de las causas más comunes de irritación. Si conduces a la velocidad permitida, intentando estar relajado, podrás ahorrar gasolina, aumentar la seguridad en las calles y sobre todo cuidar tu salud.
Habla menos y escucha más
Muchas personas fingen escuchar cuando en realidad están esperando el momento de interrumpir el diálogo para refutar lo que el otro está diciendo o imponer su opinión. Detente un minuto e intenta escuchar a los que te rodean, verás que todo se vuelve más fluido y ameno. La forma de manejar el estrés afecta la relación con los otros.
Aprende a entender tu estrés
Aprender a conocernos es un ejercicio muy recomendado por los profesionales de la salud. Descubre qué tipo de reacciones tienes cuando estás estresado, cómo son tus pensamientos y cuáles son las situaciones que te desbordan, todo esto te ayudará a sobrellevar mejor la situación o incluso prevenirla.
Mirar adentro y no afuera
Parece una obviedad, pero para muchos no lo es: no existe motivo por el que una persona tenga que pensar, vestirse y opinar igual que nosotros. La aceptación de la diversidad y la no discriminación mejora la relación con los demás y, por ende, reduce los niveles de estrés. Al mirar el interior de las personas resulta mucho más fácil darse cuenta que todos somos iguales.
Tómate cinco minutos
Cuando te sientas fuera de control, tómate unos cinco minutos en el trabajo, ya sea para salir a tomar aire, caminar, tomar un vaso de agua o simplemente relajarte. Estos “mini breaks” te ayudarán mucho más que actividades no saludables para lidiar con el estrés como fumar, beber o comer de más.
Listas de prioridades
Establece una lista de prioridades y problemas a solucionar para ir haciéndolo uno por uno. Según los expertos, cuando el estrés nos invade, es común sentir que todo está mal y no sabemos por dónde empezar. Cada uno debe buscar la estrategia que más le funcione para lograr ordenarse.
Cuídate a ti mismo
Comer sano, dormir bien, tomar suficientes líquidos y hacer actividad física reduce los niveles de estrés en el cuerpo. Presta atención a cómo te ves, los cambios muchas veces son de adentro hacia afuera pero también de afuera hacia adentro. El tiempo que le dedicas a tu cuerpo también es importante para tu mente.
Reduce la cantidad de cafeína
No caigas en la trampa de intentar resolver el estrés y las preocupaciones con estimulantes. Varios estudios han demostrado que incluso la cafeína puede incrementar los niveles de hormonas, y producir nerviosismo e irritabilidad. Este incremento puede durar a lo largo del día y traer ciertas complicaciones al momento de dormir.
Pide ayuda
Si después de intentar todo lo anterior aún sientes que el estrés sobrepasa tus límites y crees que tu salud está en peligro, es hora de pedir ayuda. Lo primero es ir al médico y descartar cualquier patología orgánica. Si no tienes nada físico de preocupación y el estrés perdura, consulta a un psicólogo. El estrés es mucho más serio de lo que parece.
Fuentes consultadas:
Asociación Estadounidense de Psicología, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Instituto Nacional de la Salud Mental, Organización Mundial de la Salud.