Tim Cook adoptó una táctica rechazada por Steve Jobs y cambió el ADN de Apple: más plata, menos invención

Mientras Apple se acaricia el lomo con una valuación que roza los 4 billones de dólares, en los pasillos se respira otra pregunta: ¿puede seguir liderando en innovación o ya se acomodó en su sillón de cuero con dividendos y acciones recompradas?

📉 Steve Jobs, que podía ser insoportable pero entendía de revoluciones, jamás habría aprobado que la empresa devolviera dinero a los accionistas en lugar de apostarlo todo a la invención. Según el tipo, “los grandes productos crean grandes precios de las acciones”. Hoy, su sucesor Tim Cook parece pensar justo al revés: devuelvan la plata y que el iPhone siga pareciendo el de hace tres años.

🧾 Bajo la gestión de Cook, Apple ya repartió más de 600.000 millones de dólares en recompras y dividendos. Una cifra que haría a Jobs vomitar sobre una MacBook. Su política es clara: menos riesgo, más previsibilidad y accionistas contentos. Mientras tanto, la IA, los modelos de lenguaje, y la competencia avanzan con zancadas.

📱 Es cierto, productos como el Apple Watch, los AirPods y los chips de la serie M demostraron músculo. Pero ninguno fue realmente disruptivo. El iPhone cambió el mundo. Los AirPods solo lo hicieron un poco más caro.

🧠 La gran cuenta pendiente es la inteligencia artificial. Siri sigue respondiendo como si estuviera en 2012 y Apple no tiene una estrategia clara mientras otras tecnológicas sacan humo con sus modelos generativos. El silencio de la empresa en este campo es casi ofensivo para quienes esperan una nueva revolución.

💼 A pesar de todo, los inversores siguen contentos. Apple multiplicó su valor de mercado por 20 desde 2011, pero la adrenalina de inventar productos impensados parece haber quedado archivada junto a los jeans gastados de Jobs. Ahora la prioridad es mantener el ecosistema cerrado, optimizar la cadena de suministros y no molestar a los números.