La advertencia de que la inacción climática se cobra millones de vidas cada año ha sido el eje del nuevo informe Countdown de The Lancet, elaborado junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Presentado este 29 de octubre de 2025, el documento subraya que la protección de la salud debe ser el motor principal de la acción climática.
“La crisis climática es una crisis sanitaria. Cada fracción de grado de calentamiento cuesta vidas y medios de subsistencia”, afirmó Jeremy Farrar, subdirector general de Promoción de la Salud y Prevención y Atención de Enfermedades de la OMS.
Farrar remarcó que “la inacción climática está matando a personas en todos los países”, pero también destacó que la acción climática representa “la mayor oportunidad sanitaria de nuestro tiempo”. Un aire más limpio, una alimentación más saludable y sistemas de salud resilientes podrían salvar millones de vidas ahora y proteger a las generaciones futuras.
Calor extremo y muertes evitables
El informe 2025 de The Lancet Countdown on Health and Climate Change revela que 12 de los 20 indicadores clave que monitorean las amenazas a la salud han alcanzado niveles sin precedentes.
Entre los datos más alarmantes, se destaca que la tasa de mortalidad relacionada con el calor aumentó un 23 % desde la década de 1990, con 546.000 muertes anuales. En 2024, la persona promedio estuvo expuesta a 16 días de calor peligroso, una situación que sería improbable sin el cambio climático.
Los grupos más vulnerables, como bebés y adultos mayores, enfrentaron más de 20 días de ola de calor por persona, cuadruplicando la cifra de hace veinte años.
Impactos en la alimentación y la economía
El impacto de los fenómenos extremos también se refleja en la seguridad alimentaria. Las sequías y olas de calor de 2023 dejaron 124 millones de personas más en situación de inseguridad alimentaria moderada o grave.
En términos económicos, la exposición al calor provocó la pérdida de 640.000 millones de horas laborales potenciales en 2024, equivalentes a USD 1,09 billones en productividad. El costo de las muertes por calor entre los adultos mayores ascendió a USD 261.000 millones.
Subsidios al problema: los combustibles fósiles
El informe denuncia que los subsidios a los combustibles fósiles superan ampliamente la financiación climática.
En 2023, los gobiernos destinaron USD 956.000 millones en subsidios netos a estas industrias, más del triple de lo comprometido para apoyar a los países vulnerables al clima. En 15 países, los subsidios superaron incluso los presupuestos nacionales de salud.
Signos de esperanza: energías limpias y educación médica
A pesar del panorama crítico, The Lancet subraya los beneficios tangibles de la acción climática.
Entre 2010 y 2022, la reducción de la contaminación por carbón evitó 160.000 muertes prematuras cada año. La energía renovable alcanzó un récord del 12 % de la electricidad mundial, generando 16 millones de empleos.
Además, en 2024, dos tercios de los estudiantes de medicina recibieron formación en clima y salud.
“La rápida eliminación de los combustibles fósiles en favor de energías limpias y el uso eficiente de la energía sigue siendo la herramienta más poderosa para proteger vidas”, afirmó Marina Romanello, directora ejecutiva de The Lancet Countdown en el University College de Londres.
Romanello agregó que dietas más sostenibles y sistemas agrícolas saludables podrían reducir drásticamente las emisiones y salvar más de diez millones de vidas al año.
El liderazgo del sector salud y la COP30
El informe destaca que, aunque algunos gobiernos han frenado sus compromisos, las ciudades, las comunidades y el sector salud están liderando la respuesta.
De las 858 ciudades que presentaron informes, 834 han completado o planean completar evaluaciones de riesgo climático.
El sector salud, por su parte, redujo sus emisiones globales un 16 % entre 2021 y 2022, sin afectar la calidad de la atención. Según la OMS, el 58 % de los Estados Miembros ya ha completado evaluaciones de vulnerabilidad climática y el 60 % elaboró planes nacionales de adaptación sanitaria.
Con la vista puesta en la COP30 de Belém, Brasil, el informe servirá de base para el próximo Informe Especial sobre Cambio Climático y Salud, impulsado por la OMS. El objetivo será establecer políticas e inversiones concretas para proteger la salud, la equidad y asegurar que la acción climática global tenga como centro el bienestar humano.
