Una grave falla en el sistema de T-Mobile ha generado preocupación entre padres y expertos en ciberseguridad, luego de que se revelara que su servicio de GPS para monitoreo infantil, SyncUP, mostraba información privada de menores de edad a usuarios desconocidos. La compañía ha asegurado que el problema ya fue solucionado, pero el incidente ha dejado muchas interrogantes sobre la seguridad de los datos de los niños en la era digital.
El error que preocupó a los padres
El problema salió a la luz cuando usuarios de plataformas como Reddit y X comenzaron a reportar que al ingresar a la aplicación SyncUP no podían ver las ubicaciones de sus propios hijos, pero sí las de otros niños en distintas partes del país.
Uno de los testimonios más inquietantes proviene de “Jenna”, una madre que usa el servicio para rastrear a sus hijos de tres y seis años. En declaraciones a 404 Media, Jenna relató su experiencia:
“No me siento cómoda dándole un teléfono a mi hijo de seis años, pero toma un autobús escolar y solo quiero poder ver dónde está en tiempo real. Ha puesto un límite de 500 metros alrededor de su escuela, así que recibo una alerta cuando se va.”
Sin embargo, al intentar revisar la ubicación de sus hijos, la aplicación en su lugar le mostró información detallada de otros menores, incluyendo nombres, direcciones exactas y actualizaciones en tiempo real de su paradero.
Una respuesta tardía de T-Mobile
Lo más alarmante del caso no fue solo la falla en sí, sino la aparente falta de urgencia con la que la compañía respondió a los reclamos. Jenna contactó de inmediato a T-Mobile para informar la situación y, según su relato, la empresa simplemente creó un ticket en el sistema y no ofreció una respuesta clara ni inmediata. Su correo electrónico de seguimiento tampoco obtuvo respuesta.
“Como madre, esto es súper alarmante para mí, y levanté banderas de inmediato [con T-Mobile] y nadie me tomó en serio allí”, afirmó Jenna. “Me conectaba y no podía ver a mis hijos, pero podía ver a un niño en California. Me refrescaba y luego no tenía rastreadores, y luego refresqué de nuevo y vería a un niño diferente.”
Las implicaciones de privacidad de este fallo son graves, pues exponen a los menores al riesgo de que su información personal caiga en manos equivocadas.
Para los padres que dependen de estos dispositivos, este episodio sirve como un recordatorio de que la tecnología, aunque útil, puede volverse en su contra si no se toman las precauciones adecuadas. La pregunta que queda en el aire es: ¿puede T-Mobile recuperar la confianza de sus usuarios después de este grave error?