Tensión global: las veces que la humanidad estuvo al borde de una Tercera Guerra Mundial

Con la escalada reciente del conflicto entre Irán e Israel —que ha sumado ataques directos, amenazas cruzadas y un alto nivel de movilización militar regional— vuelve a instalarse la preocupación global ante un posible conflicto de alcance internacional. La idea de una “Tercera Guerra Mundial” parece reaparecer cada cierto tiempo, alimentada por escenarios donde potencias militares, intereses geopolíticos y alianzas cruzadas entran en tensión directa.

Sin embargo, este no es un fenómeno nuevo. A lo largo del último siglo, la humanidad ha atravesado varias crisis que, por su gravedad y el involucramiento de potencias nucleares, estuvieron a punto de desencadenar una guerra global. A continuación, un repaso por los principales episodios en los que el mundo contuvo la respiración.


1. La Crisis de los Misiles en Cuba (1962)

Es, probablemente, el caso más emblemático. En octubre de 1962, Estados Unidos descubrió que la Unión Soviética estaba instalando misiles nucleares en Cuba, a escasos 150 kilómetros de Florida. El presidente John F. Kennedy impuso un bloqueo naval y exigió el desmantelamiento de las bases. Durante 13 días, el mundo vivió en vilo. Un solo disparo accidental podía haber provocado una guerra nuclear. Finalmente, la URSS accedió a retirar los misiles a cambio de que EE.UU. no invadiera Cuba y retirara, en secreto, sus misiles de Turquía.


2. La Guerra del Yom Kipur (1973)

Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresa contra Israel durante el feriado religioso de Yom Kipur. Estados Unidos apoyó decididamente a Israel con un puente aéreo militar, mientras que la Unión Soviética respaldó a los árabes. En los últimos días del conflicto, Moscú amenazó con intervenir directamente si Israel no detenía su ofensiva sobre El Cairo. Washington puso en alerta máxima a sus fuerzas nucleares. La intervención diplomática frenó el avance. Fue un choque indirecto entre superpotencias que estuvo a milímetros de la colisión.


3. La invasión estadounidense a Irán que no fue (1980)

Durante la crisis de los rehenes en Irán, tras la Revolución Islámica, Estados Unidos planificó operaciones militares para liberar a los diplomáticos retenidos en Teherán. Si bien el intento de rescate fracasó técnicamente por fallos logísticos, analistas coinciden en que una incursión a gran escala podría haber generado una reacción armada del nuevo régimen iraní, respaldado por grupos revolucionarios en toda la región, en plena Guerra Fría. El escenario estaba latente para un conflicto mayor.


4. El ejercicio “Able Archer” (1983)

Una simulación de la OTAN sobre cómo reaccionaría ante un ataque soviético fue interpretada por la URSS como una posible señal de ataque real. Durante esos días, las fuerzas soviéticas estuvieron en estado de máxima alerta nuclear. Lo que para Occidente era un ejercicio, para Moscú parecía una preparación para una guerra. Se evitó la tragedia porque no se disparó nada. Pero el malentendido casi termina en una guerra global.


5. Las tensiones en Cachemira entre India y Pakistán (1999 y 2001)

Ambos países tienen armas nucleares y una disputa histórica por la región de Cachemira. En 1999, durante el conflicto de Kargil, y luego en 2001 tras un atentado contra el Parlamento indio, ambos gobiernos movilizaron tropas en la frontera y realizaron amenazas veladas de uso nuclear. La intervención de EE.UU. y China logró desescalar los enfrentamientos, pero quedó claro que una guerra entre ambas naciones podría tener consecuencias globales.


6. Corea del Norte y las amenazas nucleares (2017)

En el punto más álgido de las tensiones entre Pyongyang y Washington, el líder norcoreano Kim Jong-un realizó ensayos nucleares y misiles de largo alcance. Donald Trump respondió con amenazas directas de “fuego y furia”. La posibilidad de un error de cálculo o un ataque preventivo llevó a los analistas a considerar seriamente la opción de un conflicto nuclear. Finalmente, el clima se distendió con las cumbres diplomáticas de 2018 y 2019, aunque sin resultados duraderos.


7. La invasión rusa a Ucrania (2022-presente)

El conflicto iniciado por Rusia en Ucrania reconfiguró el equilibrio de poder global. La participación indirecta de la OTAN, el envío masivo de armamento occidental y las reiteradas advertencias de Moscú sobre “responder con todos los medios” si su seguridad se ve amenazada, instalaron la posibilidad de una escalada fuera de control. La guerra sigue, y aunque se mantiene contenida a nivel regional, su potencial de desborde global continúa siendo monitoreado por las principales potencias.


8. Irán e Israel, 2024-2025: ¿nuevo punto de inflexión?

Los ataques cruzados entre Israel e Irán marcan una nueva fase en una rivalidad histórica. A diferencia de episodios anteriores centrados en terceros países o grupos proxy, el intercambio directo de misiles y drones en abril de 2024 puso al mundo frente a un enfrentamiento abierto entre dos Estados con capacidad militar significativa y alianzas opuestas. Estados Unidos y aliados europeos respaldan a Israel, mientras que Irán cuenta con apoyos regionales y vínculos estratégicos con Rusia y China. El riesgo de un conflicto regional ampliado con efectos globales sigue vigente.


Conclusión

La historia reciente demuestra que el mundo ha estado varias veces a minutos —o a decisiones individuales— de una guerra global. Lo que cambia es el escenario, pero el patrón se repite: malentendidos, rivalidades prolongadas, escaladas repentinas y actores con capacidad nuclear. El conflicto entre Irán e Israel es el último episodio de esta larga serie de tensiones que ponen a prueba la estabilidad internacional.

El mundo ha evitado, hasta ahora, una Tercera Guerra Mundial. Pero su sombra sigue presente. Y cada vez más cerca.