El casete, un formato casi extinto desde la era digital, ha resurgido con fuerza gracias a artistas como Taylor Swift. Aunque en su momento fue el medio más popular para escuchar música en los hogares, hoy en día es una rareza que, impulsada por el coleccionismo y la nostalgia, sigue capturando la atención de fanáticos de todo el mundo. Entre ellos, los ‘swifties’, seguidores acérrimos de la cantante, han encontrado en este formato un artículo clave dentro de la mercadería oficial.
🎤 Taylor Swift y el retorno del casete
Taylor Swift, una de las artistas más influyentes de la actualidad, ha lanzado ediciones limitadas de varios de sus álbumes en formato casete, generando un verdadero furor entre sus seguidores. Su último disco, The Tortured Poets Department, ha vendido hasta junio de 2024 alrededor de 23.000 copias en casete, convirtiéndose en el más vendido del año hasta esa fecha. Aunque esta cifra palidece en comparación con las ventas de CD (1.1 millones) o vinilo (988.000 copias), el hecho de que este formato, considerado obsoleto por muchos, aún tenga un nicho tan fiel demuestra su sorprendente vigencia.
El casete de The Tortured Poets Department ha sido especialmente codiciado debido a sus elementos exclusivos: incluye una canción adicional titulada The Manuscript, fotos inéditas de la artista y una letra manuscrita que no está disponible en ninguna otra versión del álbum. Estos detalles, pensados para los coleccionistas, han impulsado su popularidad, agotando las existencias en la tienda oficial de Swift.
💿 Casetes, vinilos y la competencia en la era digital
A pesar de este resurgimiento, los casetes ocupan un lugar mucho más pequeño en el mercado físico de música, donde los vinilos y CDs dominan claramente. La popularidad de estos últimos se debe en parte a la experiencia tangible que ofrecen en un mundo cada vez más digitalizado. Sin embargo, el casete cuenta con un factor único: su fuerte carga nostálgica. Los ‘swifties’ no solo compran el casete por su sonido o calidad, sino porque simboliza una conexión emocional con la música y con la historia de la industria.
🎶 El desafío del casete en la era digital
Uno de los mayores retos que enfrenta este formato es su falta de practicidad. A diferencia de los servicios de streaming, que permiten acceder a la música en cualquier lugar y momento, los casetes requieren de equipos específicos, como grabadoras o reproductores, que en su mayoría ya no forman parte del consumo cotidiano. De hecho, las ventas de reproductores de casete se han desplomado tanto que en 2016, la Consumer Technology Association (CTA) dejó de monitorear su comercialización, una señal clara de su pérdida de relevancia masiva. Ese año, se distribuyeron solo 653.671 unidades, una cifra insignificante comparada con los 25 millones de combinaciones de reproductores vendidos en 1994.
🎧 La magia del coleccionismo
A pesar de la evidente falta de practicidad, el casete sigue atrayendo a fanáticos que buscan una experiencia diferente. Swift ha capitalizado este sentimiento, apelando al coleccionismo y a la exclusividad, agregando valor a un formato que muchos consideraban muerto. Para los swifties, tener en sus manos un casete de edición limitada, con material exclusivo, es mucho más que una simple compra: es una forma de conectarse con la artista y poseer un pedazo de su historia.
📱 El reinado de Taylor en lo digital
Sin embargo, mientras el casete resurge entre los coleccionistas, el verdadero éxito de Taylor Swift continúa en las plataformas digitales. El primer sencillo de The Tortured Poets Department, titulado Fortnight, es un claro ejemplo de esto, acumulando más de 482 millones de reproducciones en Spotify, una cifra que muestra el abrumador dominio de lo digital en la actualidad.
🕹️ Curiosidad final: ¿sabías que los casetes de Taylor Swift se han convertido en artículos tan codiciados que muchos fanáticos los adquieren sin tener forma de reproducirlos? Para muchos, el verdadero valor está en la experiencia de coleccionarlos, más que en escucharlos.