Streamer intenta sobrevivir un mes en aislamiento extremo y sus seguidores temen por su salud mental

Norme, el streamer conocido por sus desafíos extremos, está al límite. Después de su fallido intento de permanecer 12 días sin dormir, un reto que terminó en el hospital, ahora se embarca en una nueva prueba: pasar 30 días completamente aislado en un cuarto diminuto y sin ninguna fuente de luz. El desafío ya acumula más de 550 horas, y su salud mental parece deteriorarse, como lo muestran sus momentos de desesperación transmitidos en vivo a miles de espectadores.

Oscuridad extrema y aislamiento absoluto

Norme se ha confinado en una habitación sin ventanas ni dispositivos electrónicos, en total oscuridad y sin posibilidad de distracciones. Esta situación ha llevado a que su audiencia observe cómo su estado emocional y físico empieza a tambalearse, generando inquietud sobre los efectos que este tipo de aislamiento puede tener en su salud mental.

Un peligro latente en el streaming extremo

El streamer, cuya popularidad ha crecido por realizar pruebas que desafían los límites de la resistencia humana, repite conductas que alertan a sus seguidores. Durante las transmisiones, Norme ha llegado a pegar gritos de desesperación, saltar, y hacer movimientos extraños, señales que muchos interpretan como los primeros síntomas de un colapso psicológico. Sin embargo, YouTube ha permitido que el canal mantenga la transmisión, sin restricciones hasta el momento.

Curiosidad extrema: el poder del aislamiento

Los estudios sobre el aislamiento extremo, como el realizado en 1965 por el científico Michel Siffre, demuestran que el encierro prolongado y la falta de estímulos pueden desencadenar alucinaciones y efectos psicológicos graves. Aunque Norme no sigue protocolos científicos, su caso genera preguntas sobre los efectos de la soledad y el aislamiento en el ser humano.